martes, 30 de junio de 2009

Torre de Hércules: patrimonio de la humanidad

El sueño ya es realidad. La Torre de Hércules ha entrado por la puerta grande en la lista de patrimonios mundiales el sábado 27 de junio en torno a las 18.30 de la tarde, una hora y un lugar (Sevilla) que no van a olvidar los coruñeses y los gallegos.

La alegría se desató en la ciudad, y además muchos han aprovechado para acercarse al monumento. Hasta el sábado, la visita a la Torre de Hércules será gratuita.

Esto ha sido extraido de la página web de la Torre de Hércules.

Enhora buena. Es un orgullo para todos los españoles, y en particular para los Coruñeses ( y a mi como ferrolano me toca).

Y no es un premio regalado. Recordemos:

La primera mención de la Torre de Hércules aparece en la “Geografía Grecolatina” de Ptolomeo en una fecha a caballo de los siglos I-II d.C., cuando menciona el “Flavium Brigantium” y lo sitúa en el golfo de los ártabros. Ese Flavium Brigantium, y siguiendo a Paulo Orosio, sería realmente el “Pharum Brigantium”, es decir, la Torre de Hércules. Según Orosio, finales del siglo IV, comienzos del V, “El segundo ángulo (de Hispania) está orientado hacia el cierzo, donde la ciudad galaica de Brigantia eleva como atalaya de Britania su faro altísimo y digno de mención entre muy pocas cosas”. Este texto vincula por vez primera la ciudad de Brigantia y un faro; es decir, se debe referir con casi total seguridad a la Torre de Hércules y a La Coruña. Asimismo, en la Cosmografía de Aethicus, del siglo V ó VI, se menciona la ciudad de Brigantia en Galicia, en la que se levanta un “altísimo faro”.



Primeras imágenes de la formación de un recuerdo


Entender cómo funciona nuestro cerebro siempre ha sido una incógnita, pero eso poco a poco comienza a dilucidarse con avances como los generados por los investigadores de la Universidad de California (EEUU), que han sido capaces de fotografiar el momento exacto en el que se crea un nuevo recuerdo.

En la imagen superior podemos ver las conexiones que se forman a nivel celular, producto de las cuales se creó un nuevo recuerdo de largo plazo. Sin embargo, cabe destacar que éste experimento no fue realizado en humanos, así que tranquilos, a nadie le partieron la cabeza.

Hasta ahora los neurólogos habían sido capaces de describir el proceso, pero ésta es la primera vez que se le fotografía. Lo que podría llevar a un mejor entendimiento de cómo es que nuestro cerebro traduce los recuerdos de corto a largo plazo, y cómo la sinapsis que se produce entre estas células fortalece esas conexiones, ayudándonos a asociar distintas ideas y eventos. Para quienes requieran mayor información al respecto les recomendamos leer éste enlace.

viernes, 26 de junio de 2009

Diccionario de islam e islamismo


La profesora Luz Gómez García (Madrid, 1967) ha publicado un libro, recientemente, cuya lectura se me antoja interesante: Diccionario de islam e islamismo (Espasa). Hay muy poca literatura sobre el Islam en español, y menos que explique los conceptos de esta religión.

Como adelanto de esta pequeña joya, nos deja seis conceptos:

- Corán. Libro sagrado de los musulmanes. Para el musulmán, el Corán es la palabra de Dios, la reproducción auténtica de las Escrituras originales divinas que están en el cielo, en una tabla bien guardada. Eterno e increado, este original pasó a la copia árabe histórica mediante la revelación hecha por Dios a Mahoma, tal como afirma el propio Corán. Es, por ello, según la tradición, un texto inimitable.

- Mezquita. Lugar donde se congregan los fieles musulmanes para la oración y que a veces es también centro de estudios y de reunión comunitaria. Según la tradición, allí donde reza un musulmán hay una mezquita, pues la oración no está ligada a un espacio específico, sino a una orientación, la alquibla, y a unos ritos.

- Moro. Magrebí; en sentido lato, musulmán. En la España actual, el uso popular de moro tiene tanto el significado despectivo de magrebí e incluso de árabe, como a veces uno más amable como la expresión "bajarse al moro".

- Ulema. Sabio, erudito, doctor en ciencias de impronta islámica.

- Vestimenta. En origen, el islam no estipuló unos usos indumentarios concretos, aunque el clima del desierto y las costumbres beduinas de los primeros musulmanes establecieron unos patrones expandidos como islámicos por las conquistas de los dos primeros siglos del islam (VII-VIII).

- Yihad. Obligación doctrinal que tiene el musulmán de esforzarse (la palabra significa literalmente esfuerzo) para instaurar en la tierra la palabra de Dios, el islam, combatiendo si es preciso.


Via elpais.com

jueves, 25 de junio de 2009

Guerras Asimétricas


En 1859, Henry Dunant, hombre de negocios y activista social suizo, fue testigo en Italia de las consecuencias de la batalla de Solferino, en la que murieron y resultaron heridos 40 mil civiles y combatientes.

Plasmó sus experiencias en el libro Recuerdo de Solferino, que sería el punto de partida del Comité Internacional de la Cruz Roja. Organización que ayer celebró su aniversario.

La Cruz Roja Internacional ha sido el artífice de la Cuarta Convención de Ginebra, tantas veces mencionada en este blog, que tras ser aprobada en 1949 establece una serie de normas para proteger a los civiles en los conflictos. Es la base de lo que se conoce como Derecho Humanitario. En 1977 se establecieron protocolos adicionales que contemplan los conflictos internacionales e internos.

En los últimos tiempos se ha debatido mucho acerca de la aplicación de la Convención de Ginebra en los actuales escenarios bélicos, donde ya casi nunca combaten abiertamente ejércitos profesionales de Estados. Las guerras de hoy en día se conocen como “asimétricas” porque involucran a fuerzas de poder desigual: ejércitos convencionales, milicias insurgentes, grupos terroristas, organizaciones delictivas, empresas militares privadas.

Son guerras que no tienen lugar en alejados campos de batalla, sino en los sitios mismos en los que viven los civiles. De allí el incremento exponencial en la última década de la muerte de inocentes, que constituyen la mayor parte de las bajas en Irak, Afganistán, Gaza, Congo, Darfur o Somalia.

Ruegos y preguntas

Cómo aplicar la Convención de Ginebra en un escenario tan complejo, cómo distinguir entre combatientes y no combatientes, qué esperar de las milicias irregulares y de los ejércitos profesionales, son las preguntas que en IRIN han formulado a diversos especialistas en ocasión del aniversario de la Cruz Roja Internacional.

Francoise Saulnier, asesora legal de MSF, sostiene que no hacen falta nuevos tratados adicionales:

Cualquier crítica al Derecho Humanitario basado en la Guerra contra el Terror es injusto. Los conflictos asimétricos – internacionales y nacionales, guerra de guerrilla y terrorismo – han sido parte de los conflictos durante siglos. Estas convenciones internacionales han tomado en cuenta y arbitrado varios dilemas que se vivieron durante las guerras de descolonización y las guerras civiles que tuvieron lugar tras la independencia de varias naciones en desarrollo. Por eso contemplan todas las formas de insurgencia y contrainsurgencia en las operaciones militares.


Para Knut Doermann, asesor legal del Comité Internacional de la Cruz Roja, hace falta más responsabilidad de los políticos y más acción de los tribunales:

El desafío es el respeto por estas convenciones. Muy a menudo ves falta de voluntad política o de entrenamiento para respetar las reglas. Los tribunales internacionales pueden crear un efecto disuasivo y traer a los criminales ante la justicia, aunque los Estados deben primero responder a sus obligaciones.


Hugo Slim, autor del libro Killing Civilians: Method, Madness and Morality in War, sostiene que no se están respetando los principios de "distinción y proporcionalidad". Y manifiesta que “necesitamos más claridad con respecto a una cuestión tan ambigua como quién participa directamente en un conflicto. Esto requeriría un protocolo adicional o una nueva directriz".

Justamente es lo que ha hecho el Comité Internacional de la Cruz Roja. Tras seis años de estudio y debate, acaba de publicar una guía para determinar quiénes pueden ser considerados combatientes y quiénes no en las actuales guerras asimétricas.

Via 20Minutos.es

De pastor a líder librepensador: Un caso de desconversión


Dan Barker nació en los Estados Unidos en 1949 y llegó a ser un evangelista protestante a los 15 años. Recibió un grado en Religión de la "Azusa Pacific University" y fue ordenado ministro protestante en 1975. Ejerció su ministerio en una iglesia cuaquera y una carismática y fue misionero en México por dos años. Después de leer por cinco años llegó a perder su fe en las creencias religiosas. El mismo afirmó que "de haberme limitado a los autores cristianos aún sería un cristiano". Dan anunció su ateísmo en 1984.

Dan fue director de la Fundación para la Liberación de la Religión en el período 1987-2004 y elegido co-director junto con Annie Laurie Gaylor en 2004. El activismo de Dan lo justifica afirmando que "Fui predicador por muchos años, e imagino que eso no se me ha quitado del todo. Me gustaría influir sobre otros que pudieran estar luchando, como yo lo hice--influir sobre ellos para animarlos a pensar. A pensar deliberadamente y con claridad. A no tomar ningún hecho sin examen crítico, y a permanecer abiertos ante la investigación honesta, dondequiera que ésta los lleve."

Dan es un prólifico escritor además de un excelente pianista. Dentro de sus obras cabe resaltar:

  • Losing Faith In Faith: From Preacher To Atheist (Perdiendo la fe en la fe: De Predicador a ateo). Es la historia autobiográfica de la desconversion de Dan y un análisis crítico del cristianismo y la Biblia. FFRF, Inc., 1992.
  • Maybe Yes, Maybe No: A Guide For Young Skeptics (Quizas si, Quizas no: Una guía para el joven escéptico). Es un libro que enseña el método científico a los niños. Prometheus Books, 1990.
  • Maybe Right, Maybe Wrong: A Guide For Young Thinkers (Quizas correcto, quizas errado: Una guía para jovenes pensadores). Este libro enseña moralidad humanista secular a los niños. Prometheus Books, 1992.

Somos Egoistas



La observación del ensayista norteamericano Emerson, según la cual la claridad es la condición indispensable de la profundidad, como en un lago muy profundo en el cual sólo se ve el fondo cuando el agua está cristalina, cobra especial vigencia en la obra de Dawkins. Así ha ocurrido desde que publicó El gen egoísta en 1976, una obra a la vez inspiradora e indignante que no tiene reparos en decirnos lo que no queremos escuchar. Sostiene, por ejemplo, que las unidades más importantes sobre las cuales trabaja la selección natural son los genes. A pesar de que los organismos individuales nacen y mueren, los genes pasan de generación en generación manifestándose en sus "huéspedes" de diferentes maneras; bien sea construyendo piernas largas, una mano con cinco dedos o la propensión a desarrollar comportamientos. Para seguir su camino, estas pequeñas unidades deben valerse de un cuerpo que las replique: un mono es una máquina de preservar genes en las copas de los árboles, un pez los preserva en el agua, un virus es una máquina ingeniosa que usa otros cuerpos. Nosotros no somos la excepción. Ahora bien, a nivel del gen "(...) el altruismo tiene que ser malo, y el egoísmo, bueno. Sobreviven los organismos con genes que los impulsan a buscar su propio beneficio por encima del de los demás". Hasta acá, pura genética. Aún nadie ofendido. Dawkins, sin embargo, puso el dedo en la llaga cuando en la misma obra aplicó esta teoría a lo que los humanos tenemos por los más altos valores. ¿Qué hay de los comportamientos puramente altruistas, como el amor maternal? Adecuadamente comprendidos, no son más que comportamientos egoístas. La madre cuida a sus crías porque cuida a los que tienen los mismos genes que ella; cuida su inversión genética. El mundo de las ciencias sociales de finales de los años setenta, aún amante de los ideales humanos de grandeza, hirvió de indignación ante la idea de que somos egoístas.

viernes, 19 de junio de 2009

Islam (III) - Anexiones posteriores.


Por si no bastase la enorme desconfianza que despierta la supuesta obra de Mahoma, cuyo libro se encuentra plagado no sólo de apelaciones a la hostilidad contra el vecino sino de maldiciones y de amenazas, hay que añadir que también existe el Hadit o Sunna del Profeta, que es una recopilación aún más tardía, siglos IX al XI, de los supuestos preceptos y acciones de Mahoma no incluidos en el Corán y que los recopiladores, a su modo, quisieron poner como ejemplo de aquello que debe hacerse en cada momento de la existencia humana.

El Hadit, aunque represente algo así como la segunda parte de “Cómo esclavizar a un pueblo”, no es algo que deba tomarse a broma ni mucho menos, pues junto con el Corán compone lo que se conoce como Sharia o ley islámica, que en determinados países musulmanes se aplica con todo rigor. Y donde no se aplica en su totalidad, se mantiene latente como una ley referencial a la que a menudo apelan los ulemas, que son esos doctores o sabios entendidos en teología coránica, dispuestos siempre a intervenir para que la sociedad musulmana en su conjunto o Umma regenere ciertas costumbres que, según ellos, se van degradando, como por ejemplo el abandono del uso obligado del velo en la mujer, por citar sólo una cuestión menor de cierta actualidad en Europa.

Como también se dijo, Mahoma falleció en el año 632 sin llegar a ver reflejada su doctrina en un libro. Algo inconcebible. Sobre el 650 se estableció el Corán (palabra irreemplazable de Dios, no lo olvidemos) mediante el método sui géneris que también se ha explicado. Y entre los siglos IX y XI se reunió una colección de relatos que nos hablan de las andanzas, preceptos y acciones cotidianas de Mahoma y que establece códigos de conducta social y comercial.

Es decir, quienes vivieron 300 o 400 años más tarde que el Profeta no dudaron en escribir o recopilar anécdotas trasmitidas oralmente para que sirviesen de ejemplo a los creyentes del futuro y les obligase a su cumplimiento estricto. Ejemplos que, junto al Corán —repitámoslo—, diesen solidez a una ley inmutable o ley islámica.

Sólo el hecho de que transcurriera tanto tiempo entre el fallecimiento de quien inspiró la doctrina islámica y la plasmación de ésta para la posteridad, despierta más de un interrogante acerca de su validez. Pero si además se destaca que el Hadit lo que realmente refleja son tradiciones, a veces anteislámicas, de las ciudades de Damasco, Kufa o Medina, muchas de ellas vagamente relacionadas con la idea de Sunna profética, cuando no contradictorias, nos encontramos con que la citada ley islámica, tan referencial para el musulmán de hoy, se haya doblemente corrompida: Por un Corán frecuentemente alejado de los preceptos bondadosos de Mahoma y por un Hadit elaborado a partir de costumbres localistas y arcaicas.

La pregunta de este capítulo sería: ¿Cómo es posible que durante tantos siglos no haya surgido una fuerte tendencia dentro del islam que delibere sobre las aberraciones con las que se castiga a más de 1.200 millones de seres humanos?

Si anteriormente vimos que el Corán es un documento parcialmente adulterado e igualmente se comentó otro tanto sobre el Hadit o tradición del Profeta, quizá el siguiente paso sea analizar las características de las diversas corrientes musulmanas y tratar de averiguar qué les impulsa a mantener involutiva una religión tan antinatural en sus postulados y en su praxis.

Para ello, primero convendría aclarar que el islam es ante todo un método de lucha secular para escoger, de entre las diversas facciones, a quien deberá ser reconocido como Califa (sucesor) o como Imán (jefe espiritual y político), según de qué época hablemos. Y esa lucha, donde unos han buscado la legitimidad que da la sangre de Mahoma en sus descendientes y otros la han negado y apelado a determinados méritos del candidato, no ha hecho más que robustecer el fanatismo de las partes en litigio.

Sería algo parecido —quizá así se entienda un poco mejor— a lo que sucede en el ámbito de la política en algunas regiones españolas, por ejemplo Cataluña: Cuando una formación nacionalista (estoy pensando en CiU) se declara como tal y se irroga subliminalmente la representación del conjunto de la sociedad y la legitimidad exclusiva para ejercer el Gobierno, surgen segundas o terceras formaciones (ERC, PSC) que afirman que su catalanismo o nacionalismo, más o menos declarado, es realmente el auténtico.

Lo hacen de tal modo porque han visto que a los de CiU les ha ido bien durante un largo período, aunque le añaden matices que, según ellos, todavía refuerzan más su catalanidad para representar a la mayoría, como es ser de izquierdas o republicanos, que en el caso de ERC equivale a remarcar su antiespañolismo. Es decir, todos afirman ser más catalán (nacionalista) que el contrario. Incluso el PP, en Cataluña es PPC y se proclama partidario del catalanismo, posición ideológica que aun en su grado más moderado encierra un fuerte antagonismo con las ideas liberales que en otros territorios la misma formación defiende con algún interés.

En el fondo, lo único que desean unos y otros es alcanzar el poder mediante la muletilla de “yo soy más que tú y poseo más méritos”, cuestión que determina que la sociedad se radicalice. Lo que ocurre es que esa radicalidad, sea catalana o islámica, no deja espacio para que el pueblo respire espontáneamente y comprenda que es el único poseedor del libre albedrío, sentimiento éste poco extendido tanto en el islamismo como en el nacionalismo, dos ideologías que mediante la educación o la propaganda (más acentuada en el nacionalismo) imponen patrones cerrados de conducta donde sólo es valioso lo que ellos definen como tal.

En Cataluña, si nos dejamos guiar por los resultados electorales, sólo un 10-15% se considera no nacionalista, y quienes sí lo son, el 85-90% restante, se enorgullecen torpemente de que su ideología alcance tan abultada cifra. No reparan en que viven en una atmósfera enrarecida y que por higiene intelectual la sociedad debería abrir las ventanas para que entrase aire fresco. En el mundo islámico sucede algo similar o aún peor, cualquiera es mejor musulmán que el de enfrente, puesto que el islam llevan mucho más tiempo con las ventanas cerradas y con las madrazas adoctrinando, en el peor de los sentidos.

Tras apuntar que el islamismo es un sistema para acceder al poder y controlarlo, de ahí que, salvo muy parcialmente en Turquía, no exista separación entre los estamentos civil y religioso, veamos quienes forman el actual islam. Hoy pueden advertirse dos ramas principales, más una secta importante y numerosas sectas menores:

1. Sunnitas, seguidores de la Sunna o tradición del Profeta. Se valen del Corán y del Hadit e inicialmente procedían de las familias árabes aristócratas. Los sunnitas afirman el disparate de que el Corán no ha sido creado, sino transmitido a través de Mahoma, y por tanto es intemporal y eterno, pues se encuentra en la naturaleza mucho antes que el hombre. Forman la mayoría de la Umma o comunidad de creyentes y cuentan con la gran ventaja que les otorga el hecho de controlar las ciudades santas de Medina y La Meca, destino, ésta última, de la aberrante peregrinación obligatoria donde el fanatismo exacerbado provoca a menudo centenares de muertos.

Recordemos, a este respecto, que Mahoma se enfrentó a sus parientes, guardianes del templo de la Kaaba, cuando no quisieron aceptar que dicho templo dejase de ser un almacén de toda suerte de ídolos. El argumento que aportaron los guardianes en contra del Profeta, y que determinó su expulsión de La Meca, es que la fe en aquellos dioses que custodiaban, uno de los cuales se denominaba Alá, atraía infinidad de peregrinos que enriquecían a la ciudad. Y especialmente a ellos mismos, todo hay que decirlo.

Mahoma vio claro, una vez más, que no podía extender su doctrina sin que en su ciudad natal se le aceptase, de modo que decidió actuar a lo grande y declaró obligatoria la peregrinación al templo de la Kaaba, uno de los cinco pilares del islam, eso sí, a condición de que en su interior no quedase ni uno solo de los ídolos. Es más, para alentar a sus parientes a que secundaran las propuestas, Mahoma determinó todo un ritual que obligaba (y obliga) a los peregrinos a permanecer en La Meca o sus alrededores durante varios días, en los que incluso debían realizar cierto gasto en carne para sacrificio, vestuario adecuado, etc. En ese punto, y luego de unos cuantos asaltos a las caravanas mequenses, la ciudad de La Meca secundó a Mahoma como un solo hombre.

2. Chiítas, el término procede de shiat Ali: “Los partidarios de Alí”. Disponen también de su propio libro recopilatorio de los hechos del Profeta, en este caso denominado Ajbar (el libro), pero a efectos religiosos sólo usan el Corán, que también definen como eterno, al que paradójicamente le han añadido un sura complementario que glorifica a Alí y lo convierte en el único sucesor legítimo de Mahoma. Los chiítas consideran que el Hadit sunnita no es aceptable para complementar al Corán, sino que en los puntos dudosos del libro sagrado es imprescindible la opinión del imán o guía espiritual, cuyo cargo sólo puede ejercerlo en cada momento el mejor de los musulmanes descendiente de Alí. De ahí la gran importancia de los imanes en Irán, por ejemplo.

Los chiítas o aliítas, como también se les podría denominar, en sus orígenes procedían del pueblo llano o de elementos no árabes de territorios conquistados, no olvidemos que Alí trasladó la capital del Imperio a Kufa (Iraq). Hoy son una minoría muy significativa que comprende todo Irán, buena parte de Iraq, Azerbaiyán y un tercio de Afganistán. Representan alrededor de un 10% de los musulmanes. Los chiítas, como a efectos de descendencia sólo reconocen la rama de Alí, primo y yerno del Profeta, se mantienen pendientes de que algún día reaparezca lo que ellos llaman el imán oculto, que será una especie de Mesías infalible, de reconocida virtud y piedad absoluta, que reiniciará esa dinastía del Profeta que nunca debió perderse.

3. Jariyíes, significa “los que se van o abandonan” y hace referencia a su separación de la facción alida, puesto que inicialmente secundaron a Alí como fundador de un nuevo califato. Hoy en día es una secta que se diferencia de las dos ramas principales al proponer que cualquiera, incluso un esclavo, pueda llegar a convertirse en califa legítimo, siempre que éste sea elegido con total libertad por la comunidad musulmana.

Dicho así, da la impresión de que los jariyíes sean un grupo extrañamente democrático dentro del islam, pero si consideramos que son en extremo puritanos e idealistas y aplican la literalidad del Corán, el jariyismo no es más que una secta ultra ortodoxa, extendida por el norte de África y Omán, que cuenta con unos 500 mil partidarios y que ha influido notablemente en el más dañino de los movimientos musulmanes: el wahhabismo saudita, mano negra de la inmensa mayoría de los atentados terroristas.

Sería interesante aclarar que los wahhabíes, cuyo nombre procede de Muhammad ibn Abd al-Wahhab, reformador fundamentalista del siglo XVIII, controlan hoy el poder en Arabia Saudita y allí constituyen la religión oficial, caracterizada por la aplicación estricta de la Sharia o ley islámica y el rechazo a toda innovación.

Las preguntas que concluyen esta serie serían: ¿No se equivocó el presidente Bush al elegir Iraq como destino de su segunda réplica al 11-S? ¿No hubiese obrado con más acierto atacando directamente el corazón del wahhabismo, cáncer del islam y de la libertad entre los seres humanos? ¿No se está confundiendo gravemente el actual presidente norteamericano, que rinde pleitesía al déspota saudita y trata ingenuamente de contemporizar con una ideología perversa y belicosa que ha mostrado innumerables veces su incapacidad para contentarse y coexistir con sus semejantes?


Islam(II) - Inicio e ideas


Cuando murió su esposa Jadiya, Mahoma, que por entonces contaba unos 40 años de edad, libre de ataduras familiares y heredero acaudalado, creyó llegado el momento de poner en práctica sus ideas. Unas ideas que, tras meditar en soledad algún tiempo, debían comenzar con un mensaje divino que respaldase su gran misión: Unir al pueblo árabe y adentrarlo en la Historia.

El mensaje inaugural fue el siguiente: ¡Predica en el nombre de tu Señor, el que te ha creado! Así justificaba el Profeta (quien recibe una orden divina forzosamente debe ser reconocido como un profeta) una labor que duraría 22 años más, hasta su muerte en el 632.

Mahoma fue rodeándose poco a poco de unos seguidores donde hubo de todo: Creyentes de buena fe en el Dios único, aprovechados, gentes asqueadas con la idolatría de La Meca anteislámica, gente pía, nacionalistas, simples crédulos y crédulos simples...

Al Profeta se le había expulsado de su ciudad natal y se refugió en Yatrib, ciudad que contaba con una importante colonia judía que inicialmente le acogió con los brazos abiertos y que, más tarde, le declaró cierta hostilidad a medida que sus relaciones empeoraron como consecuencia de la intransigencia de Mahoma, que trató siempre, incluso en contra de las costumbres comerciales de los habitantes de Yatrib, de imponerle a todo el mundo su criterio religioso. Con el tiempo, la mayoría de los judíos de Yatrib fueron expulsados o ejecutados y buena parte de ese odio se refleja en el Corán.

Entre su etapa inicial en La Meca, donde proclama lo fundamental de su nueva religión, y sus años en Yatrib-Medina, convertido más en un asaltante de caravanas que en un líder espiritual, Mahoma fue declarando unas supuestas revelaciones que Dios le enviaba a través del arcángel Gabriel.

Las palabras de Mahoma durante los largos años de Medina se memorizaron casi todas (algo muy usual para la época y para la atención que merecía un personaje que ganaba notoriedad día a día) o se anotaron en los más variados soportes, sin diferenciar apenas la doctrina religiosa de la consigna belicista, ésa que debía impartir a veces para que sus hombres atacasen las caravanas de La Meca o para alentar a sus seguidores a la defensa.

Unos cuantos años después de la muerte de Mahoma, cuando hacía más de 30 que el Profeta pronunció sus primeras revelaciones, las únicas realmente válidas e inspiradas en las escrituras sagradas de otros pueblos, en tiempos del califa Utmán se inició la compilación oficial y se creó el Corán tal y como hoy lo conocemos. De hecho, habría que considerar al Corán como la obra de Utmán, puesto que fue quien le dio el visto bueno y quien ordenó la destrucción de otras versiones menos de su agrado.

Durante la compilación de Utmán, cuyo único mérito para acceder al califato fue ser el yerno de Mahoma y discípulo de la primera etapa, algunas personas que memorizaron en su día ciertas frases del Profeta habían fallecido ya y no siempre pudieron trasmitirlas a otros, e incluso parte de las anotaciones realizadas en hojas de palmeras o en omoplatos de camellos se habían borrado parcialmente y no se lograron recuperar. Faltaba mucha religiosidad y sobraba mucha belicosidad —conceptos que llegaron a entremezclarse— de todo cuanto dijo Mahoma.

Si a eso le sumamos que el árabe de la época carecía de signos diacríticos (por ejemplo tildes), lo más probable es que el Corán de Utmán sólo se parezca remotamente al mensaje profético del Nabí y vaya aderezado de consignas agresivas completamente ajenas al supuesto mensaje divino. Mensaje que en realidad no es más que la parte de la Biblia y los Evangelios que Mahoma recordaba y le convenía citar, en algunos casos de un modo manifiestamente adulterado.

Hay numerosas pruebas de manipulación interesada, completamente ajenas a la religiosidad de Mahoma, en el libro sagrado de los musulmanes, quizá las más evidentes sean las aparatosas contradicciones que el texto ofrece. Por ejemplo, se dice que cristianos y judíos hallaran su recompensa cerca de Dios si creen en los libros enviados a ellos (gentes del libro), pero se afirma a menudo que serán castigados por la ley del talión a cuento de... no se sabe qué.


Da la impresión que en los más variados aspectos del Corán haya influido bastante la actitud pendenciera de quien conservó el fragmento, incluso tanto como las palabras pronunciadas por el profeta, de quien no cabe ninguna duda que fue un hombre relativamente justo para su época y para las características que se daban en su tierra, pero que tuvo el infortunio de introducir una religión que se desvirtuó casi de inmediato.

Veamos un ejemplo: Mahoma nos dice que la mujer vale la mitad que un hombre y eso es algo inadmisible que sólo los musulmanes aún aceptan, pero en la época anteislámica una mujer, por desgracia, no valía casi nada, menos que un camello.

No es fácil llegar a comprender cómo es posible que Mahoma, en vida, no ordenase la recopilación de su doctrina. Si en verdad fue un encargo divino, ¿qué misterio puede justificar una cosa así?

El islam de hoy difícilmente puede ser la doctrina predicada por Mahoma en su etapa de La Meca, una doctrina que, en la parte más espiritual o bondadosa, sin duda estaba basada en ideas de otras religiones monoteístas, como prueba el hecho de que a Jesús de Nazaret, por ejemplo, se le cite treinta y tres veces en el Corán.

Los preceptos del Profeta, destinados a calmar las pasiones de un pueblo árabe cuya principal característica era la belicosidad fratricida, hoy se encuentran sustituidos por el discurso radical de esos imanes que piden la más firme oposición hacia todo lo no musulmán y el estricto cumplimiento de la Sharia o ley islámica. Una ley absurda, antinatural, artificiosa, incompleta, elaborada cientos de años después de que Mahoma falleciese y, por lo común, al servicio de quien debe interpretarla.

Ni razas escogidas, ni cleros dominantes y opresores, ni creencias poseedoras de un Dios propio, puesto que la mano de Dios no está encadenada a nadie ni a nada. Tales serían las palabras sintetizadoras de lo que el llamado Nabí ofreció en sus inicios. De donde se deduce que el Profeta rechazó a los imanes porque los consideró innecesarios. Así, pues, muchos clérigos del actual islam, posiblemente todos, no se corresponden ni en el cargo, ni en la fe, ni en la labor de apaciguar esas pasiones que la religión de Mahoma en sus orígenes deseaba.

Quienes recopilaron el Corán unos cuantos años después de la muerte del Profeta —valga la comparación—, actuaron del mismo modo que si hoy mezcláramos el testamento político de Franco, en el supuesto de que dicho testamento tuviese algún valor religioso, con los sucesos de la batalla del Ebro y las arengas que allí se impartieron. Además, el Corán se recopiló sólo a partir de letras consonantes y hubo que esperar hasta el siglo X (IV de la Hégira) para que le añadieran las vocales.

Inclúyase la circunstancia agravante de que Mahoma legó sus creencias de un modo oral, como quedó dicho, y el resultado ya lo conocemos: Una obra que los imanes de los últimos siglos aseguran que corresponde literalmente a la palabra de Dios, cuyos párrafos no pueden alterarse ni en una coma. Y así hasta la eternidad. ¡Cabe mayor disparate en la mente humana!

Por otra parte, cuando el califa Utmán decidió recopilar el mensaje de Mahoma, el estado islámico había conquistado ya toda Arabia, Egipto, Siria, Mesopotamia, Persia, Armenia... y se acercaba a gran velocidad hacia la India, por el este, y hacia Cartago por el occidente. Y un estado que era ya realmente un gran imperio no podía permitirse el lujo de inculcar pacifismo religioso, de ahí que el Corán se encuentre repleto de frases semejantes a esta: “La tentación de la idolatría es peor que la carnicería en la guerra”.

ISLAM (I) - Introducción.


Durante la vida de este blog hemos echo alguna referencia al Islam, pero realmente hemos echo pocas referencias extensas y claras sobre esta religión, centrándonos, principalmente, en la religión cristiana. Casi podríamos decir, tal y como dijo Pepe Rodriguez en "Mentiras fundamentales de la iglesia católica", que el ateo occidental es, fundamentalmente, un ateo cristiano.

Pero, como siempre se ha mantenido desde Io Ateum, todas las religiones son peligrosas, puesto que son usadas para el control de la gente. Y ese control es establecido de forma totalmente autoritaria, eliminado la personalidad propia.

Para explicar un poco más del Islam he elegido condensar una serie de artículos escritos en el blog Batiburrillo, que me han parecido de gran interes.

Saludos.

miércoles, 17 de junio de 2009

Detecte el error antes de que ocurra

No es lo mismo derramar una taza de café sobre la mesa que pasarse una señal de tránsito en una avenida atiborrada de autos. El primer error puede provocarle estrés, pero el segundo atenta contra su vida. En estos días de trágicos accidentes aéreos, los errores no pasan desapercibidos por nuestros pensamientos; errar, por cierto, es de humanos, no obstante, el estudio del cerebro dirigido a erradicar estos deslices no sólo podría salvar muchas vidas sino que nos asistiría en el entendimiento básico sobre la atención.

Y es que muchas veces erramos porque no prestamos la debida atención. Por ello, científicos estadounidenses y holandeses diseñaron un estudio para establecer el estado del cerebro antes de cometer errores por déficit de atención, de esta forma, los investigadores han descubierto una señal que ocurre en el sistema eléctrico del cerebro antes de que cometamos el error.

“Este descubrimiento será útil en una variedad de aplicaciones, desde desarrollar algún tipo de tecnología o aparato que alerte a una persona en un trabajo delicado, (control de tránsito aéreo, por ejemplo) para que se de cuenta de que no está prestando la atención debida al trabajo y que en cualquier momento podrían cometer un error; igual nos puede ayudar a desvelar las señales de la atención en el cerebro y descubrir por qué ocurren los fallos en condiciones como el déficit de atención”, explicó en EurekAlert, Ali Mazaheri, uno de los autores en la Universidad de California.

La investigación está basada en ondas cerebrales. Es decir, los expertos se concentraron en el estudio del sistema eléctrico cerebral y los distintos tipos de ondas que se distinguen en el cerebro de acuerdo a la actividad que estemos realizando en el momento.

“Las ondas alfa y mu son ritmos cerebrales presentes cuando estamos inactivos, en descanso. Imagina que te sientas en una habitación y cierras los ojos, esa acción causa una enorme onda alfa en la parte trasera del cerebro, sin embargo, tan pronto como abres los ojos la onda se reduce, porque ya estás mirando cosas y usando ciertas funciones cerebrales y tus neuronas tienen información que procesar”, explicó Ole Jensen, del Instituto Donders de Holanda.

Los errores, aseguran los científicos, desencadenan cambios inmediatos en la actividad de las ondas cerebrales en la región frontal del cerebro que parece reducir la onda alfa que nace detrás, es como si el cerebro le dijera “¡presta atención!” y redujera así la posibilidad de que ocurra el error.

La prueba utilizada por los investigadores está diseñada para que prontamente deje de prestar atención. Se trata de un sistema donde los voluntarios, sentados frente a los monitores de su computador, tienen que prestar atención, durante horas, a los números que serán presentados en la pantalla. La idea es sumamente simple. Números del uno al nueve desfilarán por los monitores cada dos segundos, los participantes tienen que presionar un botón cada vez que vean uno de estos números exceptuando el cinco. Cuando el cinco aparece, los voluntarios tienen que detenerse para no presionar el botón. Para el estudio, los científicos utilizaron 14 voluntarios que tomaron la prueba, conocida como “tarea de respuesta a la atención prolongada” y fue elaborado en 1990 como una forma de estudiar varias condiciones neurológicas. “La prueba es tan aburrida y monótona que los participantes presionaban el botón cuando veían el cinco en un 40% de las veces”, dijo Mazaheri.

Los investigadores usaron una máquina conocida como magnetoencefalografía (MEG) que mide las ondas eléctricas producidas por el cerebro de acuerdo a la actividad del voluntario. Los análisis de los cerebros de los voluntarios mientras completaban las pruebas de atención mostraron información curiosa e importante. “Hemos visto que un segundo antes de que la persona cometa un error, ondas cerebrales en dos regiones se volvieron mucho más fuertes que cuando los voluntarios se frenaban y no pulsaban el botón. En la parte de atrás del cerebro, la zona occipital, la actividad de la onda alfa era 25% más fuerte, y en la región del medio, la corteza sensoriomotora, también existe un incremento equivalente en la actividad de las ondas mu en el cerebro.

Indagando TV

Ha nacido, al amparo de internet, un nuevo canal de televisión: Indagando TV.
Pero ¿que tiene de especial una televisión IP más? En este caso se trata de una televisión de divulgación científica, apta para todos los públicos.

La programación que ofrece actualmente es:

A2 -> Programa de debate
Ellas innovan -> Trabajos femeninos en la ciencia. Mujeres científicas.
Aqui Sinc -> Actualidad científica española. Plataforma Sinc.
News & Views -> Informativos.

Personalmente me parece una gran noticia. Siempre que haya algo o alguien que se dedique a la divulgación del conocimiento científico estamos de enhorabuena. Y desde Io Ateum esperamos que tengan mucha suerte en esta andadura.

viernes, 12 de junio de 2009

No creo en ti


No creo en ti

Cuando te necesitaba y mi vista te buscaba,
De rodillas te gritaba y un silencio me otorgabas,
Sin ninguna pregunta resuelta, respuestas pospuestas,
Así me dejaste y me ignoraste, maldito farsante.

No creo en ti

Cuando me hablan de ti, convencidos y consumidos,
Sin razones y argumentos, solo algunos testamentos,
Me afirman de tu amor, perdón y compasión,
En un mundo de odio, rencor y terror.

No creo en ti

Porque no tengo miedo de creer en mí,
Conozco del fracaso y la derrota, la conquista y el amor,
Conozco la honestidad, en un mundo de deshonestos,
También la integridad, en un mundo tachable, corruptible y reprochable.

No creo en ti

Porque hago el bien, sin necesitar de ti,
Porque comparto, sin haberlo aprendido de ti,
Porque ayudo, sin esperar algo de ti,
Porque amó, por encima de mí y de ti.

No creo en ti

Porque hacerlo, es detener la búsqueda,
Hacerlo es aceptar una historia falaz, la tuya,
Es negarme un atributo único, el raciocinio,
Es aceptar una distinción estúpida.

No creo en ti

Cuando se cortan brazos, piernas y cabezas,
Cuando se juzgan ideas, pensamientos y creencias,
Cuando el dinero suprime los valores y la integridad,
Cuando mueren de hambre y sed.

No creo en ti

Porque yo no le temo a la muerte,
No necesito tu perdón ni tu sermón,
No busco la inmortalidad,
Lo único que quiero es, igualdad y unidad,
Por encima de mí y de ti, para todos.

Escrito por IRA en el blog de Sindioses.org

martes, 9 de junio de 2009

Ciencia

“La ciencia hace a los hombres semejantes a dioses; ¡se acaba todo para los sacerdotes y los dioses cuando el hombre se hace científico! Moraleja: la ciencia es prohibida per se... La ciencia es el primero de los pecados, el germen de todos los pecados, el pecado original. La moral se reduce a este imperativo: 'No conocerás'. El resto se sigue de allí.”

—Friedrich Nietzsche

lunes, 8 de junio de 2009

11,4 milímetros.- A part of me


11,4 milimetros, de los cuales 5,7 milimetros son una parte de mi. 7 semanas de mi propio yo, y creciendo. Siglos buscando la inmortalidad. Y a día de hoy ahí está la mia, creciendo. Siendo un poco más yo cada día, y yo un poco más él.


Aún no se que será. Si mi yo (su yo) masculino o femenino. No se que camino seguirá, ni como va a evolucionar en su vida. Sólo se que según pase el tiempo, iré siendo un poco más él. Poco a poco irá siendo el sentido de mi vivir. Porque mi vida es en el. Porque es parte de mi.

lunes, 1 de junio de 2009

El aceite de Gerin

Richard Dawkins, como siempre, genial.

"El aceite de Gerin (o Geriniol, por dar su nombre científico) es una potente droga que actúa directamente en el sistema nervioso central produciendo una serie de síntomas característicos, a menudo de naturaleza antisocial o autodestructiva. Si se administra a los niños de manera crónica, el aceite de Gerin puede modificar permanentemente el cerebro produciendo desórdenes en la edad adulta, incluyendo ilusiones peligrosas que han demostrado ser muy difíciles de tratar. Los cuatro aviones condenados del 11 de septiembre eran, en un sentido muy real, viajes de aceite de Gerin: los 19 secuestradores iban muy drogados en aquel momento. Históricamente, la intoxicación por Geriniol ha sido responsable de atrocidades como la caza de brujas de Salem y las masacres de sudamericanos nativos por los conquistadores. El aceite de Gerin alimentó la mayoría de las guerras de la europa medieval y, en tiempos más recientes, la carnicería que asistió a la partición del subcontinente de la India y, en una escala menor, a Irlanda.

La adicción al aceite de Gerin puede llevar a individuos anteriormente sanos a huir de una vida normalmente plena y retraerse en comunidades cerradas de las que quedan exluidos todos los que no son adictos confirmados. Estas comunidades están casi siempre limitadas a un sexo y prohíben vigorosamente, a menudo obsesivamente, la actividad sexual. Efectivamente, la tendencia hacia una angustiosa prohibición sexual emerge como tema recurrente y monótono entre todas las numerosas variedades de la sintomatología del aceite de Gerin. El aceite de Gerin no parece reducir la líbido por sí mismo, pero provoca con frecuencia un deseo lascivo de interferir en, y preferiblemente reducir, el placer sexual de otros. Un ejemplo actual es el horror con el que los consumidores de aceite de Gerin ven la homosexualidad, incluso cuando esta se manifiesta en relaciones amorosas duraderas.

Las dosis fuertes de aceite de Gerin pueden ser alucinógenas. Los drogadictos más extremos pueden llegar a oír voces en su cabeza, o tener visiones que parecen tan reales a los enfermos que a menudo consiguen convencer a otros de su existencia. Un individuo que confiese tener experiencias muy alucinatorias puede llegar a ser venerado, e incluso seguido como un tipo de líder, por otros que se consideran menos afortunados. Esa patología de seguimiento puede prolongarse mucho más allá de la muerte del líder, y expandirse en psicodelias grotescas como la fantasía caníbal de “beber la sangre y comer el cuerpo” del líder.

Las dosis grandes de Geriniol también pueden proporcionar “malos viajes”, en los que el consumidor puede sufrir ilusiones y miedos mórbidos. Un ejemplo notable es el miedo a la tortura, no en el mundo real sino en un mundo fantástico posterior a la muerte. Los malos viajes de este tipo están acompañados de una cultura del castigo, que es tan característica de esta droga como el miedo obsesivo a la sexualidad comentado anteriormente. La cultura del castigo fomentada por el aceite de Gerin culmina en la siniestra fantasía inducida por la droga del “alo-castigo” -la creencia de que los individuos pueden y deben ser castigados por las malas acciones de otros (conocida en la viña del grupo como “redención”).

Las dosis medianas de aceite de Gerin, aunque no son peligrosas en sí mismas, pueden distorsionar la percepción de la realidad. Creencias que no tienen ninguna base quedan inmunizadas contra la evidencia del mundo real por los efectos directos de la droga en el sistema nervioso. Se puede escuchar a los cabezas de aceite hablándole al aire o murmurando para sí, aparentemente en la creencia de que los deseos privados que se expresen así se harán realidad, aunque impliquen una violación alegre de las leyes de la física. Este desorden autolocutorio viene acompañado a menudo de tics extraños, gestos manuales u otros estereotipos, por ejemplo el balanceo rítmico de la cabeza contra una pared.

Como con muchas drogas, el aceite de Gerin refinado, en dosis pequeñas, es en gran parte inofensivo, e incluso puede servir como lubricante social en ocasiones como matrimonios, funerales y ceremonias de estado. Los expertos discrepan sobre si tal uso social, aunque inofensivo por sí mismo, es un factor de riesgo que puede conducir a formas más duras y adictivas de la droga.

El aceite de Gerin actúa sinérgicamente con la pérdida de sueño, la automutilación y la inanición. Se sabe que algunos adictos hacen abstinencia de alimentos, se fustigan la espalda o realizan otras “penintencias” como medio para mejorar la potencia de la droga. Las mutilaciones no se limitan a los propios consumidores. Varias subculturas basadas en el aceite de Gerin provocan lesiones rituales a sus propios niños, especialmente cuando son demasiado pequeños para resistirse. Estas mutilaciones involucran con frecuencia a los genitales.

Usted puede pensar que una droga tan potencialmente peligrosa y adictiva encabezaría la lista de sustancias prohibidas, y supondría sentencias ejemplares a los que traficasen con ella. Pero no, está disponible fácilmente en cualquier parte del mundo y ni siquiera se necesita receta. Los camellos profesionales son numerosos, y están organizados en cárteles jerárquicos, comercian abiertamente en las esquinas e incluso en edificios construidos a tal efecto. Algunos de estos cárteles son expertos en separar a sus clientes de su dinero. Sus “padrinos” ocupan posiciones influyentes en las altas esferas y reciben la atención de presidentes y primeros ministros. Los gobiernos no solo hacen oídos sordos al comercio, sino que le concenden la exención de impuestos. Peor aún, subvencionan a las escuelas que tienen la intención específica de enganchar a los niños.

Me pidieron que escribiera este artículo acompañado por la cara sonriente de un hombre muy feliz de Bali. Estaba acogiendo extáticamente la noticia de que iba a ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento por el asesinato brutal de un gran número de turistas inocentes a los que nunca había conocido. Algunos miembros del tribunal quedaron impresionados por su falta de remordimientos. Pero lejos de arrepentido, su humor era de obvia alegría. Alzó el puño en el aire, loco de alegría porque iba a ser “martirizado”, utilizando la jerga de su particular subcultura de consumidores de aceite de Gerin. Porque, no le quepa la menor duda, esa sonrisa beatífica, mirando al pelotón de fusilamiento con puro placer, es la sonrisa de un yonqui. Aquí tenemos a un drogadicto arquetípico, drogado con aceite de Gerin duro, sin refinar, sin adulterar, de alto octanaje.

Es fácil considerar a la gente así como criminales, de los que necesitamos protegernos. Efectivamente, necesitamos protegernos de ellos. Pero el problema no surgiría en primera instancia si se protegiese a los niños de quedar enganchados a una droga con una prognosis tan mala para sus mentes adultas.

Ahora ya sabemos de que van los antiabortistas

No digo que todos sean iguales, pero por lo que podemos leer en 20minutos.es, esta es la idea que tienen algunos de lo que debe hacerse:

Un conocido médico abortista de Estados Unidos George Tiller, de 67 años, fue asesinado hoy en una iglesia de Kansas, según la prensa local.

Tiller fue disparado en la iglesia Luterana de la Reforma en Wichita a las 10 de la mañana, hora local (15:00 GMT), según varios diarios, aunque la Policía no ha confirmado oficialmente la muerte, pues debe comunicársela primero a la familia.

Tiller y su clínica, Womens Health Care Services, han sido objeto de agresiones y protestas durante décadas por parte de grupos anti-abortistas.

En 1993 fue herido
en ambos brazos por Rachelle Shannon, quien continúa en la cárcel por ese delito.

Este mes su clínica, una de las pocas de Estados Unidos que realiza abortos con el feto en avanzado estado de gestación, sufrió destrozos por parte de desconocidas que dañaron el tejado y las cámaras de seguridad.

Tiller se graduó en medicina por la Universidad de Kansas y realizaba abortos desde 1973.

Hasta en la iglesia estamos


Como dirían en Club Xabarín: "Cada día somos mais...". Hasta en la iglesia!!!!.... Lo invadimos todo :P