martes, 31 de agosto de 2010

España sigue siendo un estado confesional Católico


Extraido de dos noticias al respecto de la ley de libertad religiosa, de el periódico digital "El Plural".
La Ley de Libertad Religiosa no verá la luz, por ahora. Según informa el diario Público, desde el Ejecutivo se cree que no es el momento de iniciar un debate y abrir un frente laicista porque "no hay ambiente". A su vez, el Gobierno cree que la norma tampoco lograría la mayoría necesaria en el Congreso para ser aprobada.La paralización ya ha sido recibida como un éxito por colectivos ultracatólicos que se oponían a la reforma, como HazteOir, donde advierten además de que “habrá movilizaciones” sociales si se reactiva la ley, y es que aseguran que éste trata de “cercenar la libertad religiosa” e impone “el laicismo”. Mientras, desde Europa Laica han emitido un comunicado en el que lamentan que el Gobierno “no quiere modificar el marco actual de relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado”, un marco que asegura “el mantenimiento de los privilegios de la Iglesia Católica”.
Quizá a algunos les pareciera un poco exagerada la proposición que desde el blog "Sin Dioses" hacían para declara el día 24 de noviembre como el "Día del orgullo Primate", y del cual ya hemos echo referencia en este blog.

Como mínimo, es preocupante la docilidad del estado español para con la ICAR, la cual solo quiere mantener su actual cuota de poder, que ver perder poco a poco.

También es preocupante la beligerancia con que los colectivos religiosos actuan, con movilizaciones masivas cada vez que el status quo de la iglesia se pone en peligro.

Dada la situación, quizá sería buena idea utilizar el mismo Día del Orgullo Primate, para reveindicar también un mayor laicismo dentro de nuestra sociedad, y que la base cultural de ésta sea el conocimiento y el pensamiento crítico, con algo más que un cambio de estado en el Facebook, o unas conferencias en los colegios. Hace falta un movimiento más visible por la sociedad. Necesitamos hacernos oir, al menos tanto como lo hacen las diferentes religiones. ¿Quizá una marcha por las principales ciudades?¿Usar medios publicitarios de nuevo, al estilo de los autobuses usados anteriormente?. Acepto sugerencias.

jueves, 12 de agosto de 2010

El Vaticano quiere dar la primera comunión antes de los siete años



El cardenal Cañizares justifica en un artículo el adelanto de la edad
establecida hace un siglo porque los niños crecen en un "ambiente adverso"

La Iglesia está actuando, por lo que se ve, para paliar el efecto de ver, sobre todo en Europa, las Iglesias vacías. Y para ello pretenden rebajar la edad de adoctrinamiento de los fieles.


Me parece representativa la frase:
"Lombardi asegura que el texto fortalece la idea introducida por Pio X de que
hay que suministrar la comunión a seres "que puedan entender el misterio de
Cristo, que sepan qué es lo que están tomando"


Evidentemente los niños todavía se lo tragan todo (con 7, con 8 y con 10 años) lo que decimos los mayores. Así que retrasar a los 7 años la edad de la comunión es una forma de adoctrinarlos antes de que sean capaces de pensar por si mismos.


Contra esto, hay que decir que, según las últimas encuestas, el ateismo y racionalismo están creciendo, tanto en España, como en el resto de Europa, y es un movimiento que la Iglesia no parece capaz de parar. Esperemos que siga así.

viernes, 6 de agosto de 2010

La homeopatía es una tontería que no debería seguir siendo financiada


La homeopatía está contra las cuerdas en el Reino Unido. A principios de año, la el Comité de Ciencia y Tecnología (STC) de la Cámara de los Comunes publicó un informe, Evidence Check 2: Homeopathy, donde básicamente se dice que la homeopatía es una tontería que no debería seguir siendo financiada. Recientemente los representantes de la Asociación Médica Británica (BMA) condenaron la homeopatía calificándola de “brujería”.

Ahora, la BMA va un paso más lejos – solicitando una prohibición de la homeopatía en el Reino Unido. No quieren que la homeopatía sea ilegal, pero quieren prohibir que cualquier Servicio Nacional de Salud (NHS) apoye la homeopatía. El NHS actualmente gasta unas 20 millones de libras al año en remedios homeopáticos (aproximadamente un 0,01% del presupuesto del NHS) y mantiene cuatro hospitales homeopáticos. Ésta es una pequeña cantidad global – pero cualquier dinero gastado en homeopatía es un desperdicio. Más importante, como señala la BMA, la homeopatía “no tiene sitio en el servicio moderno de salud”.
La BMA recomienda específicamente que el NHS deje de financiar tratamientos homeopáticos, y que los doctores en formación no puedan recibir ninguna preparación en los cuatro hospitales homeopáticos, dado que no son compatibles con la medicina moderna “basada en las evidencias”. También sugieren que los remedios homeopáticos no deberían venderse en farmacias a menos que estén claramente etiquetados como placebos, en lugar de como medicinas.
Todo esto está muy bien. Parece ser el resultado de la atención que se ha puesto recientemente en la homeopatía – tanto en revisiones sistemáticas que demuestran que es una tontería pseudocientífica que no funciona, así como el ridículo público – tales como la campaña 1023 y el reciente suicidio masivo con “remedios” homeopáticos”.
Actualmente hay esfuerzos similares para prohibir la homeopatía en otros países, tales como India, que afirma tener la mayor infraestructura homeopática del mundo.
Me encanta leer los comentarios a estas noticias como el de la prohibición en el Reino Unido. Un ciudadano cualquiera, como Hanna, escribe:



“Las grandes compañías farmacéuticas están perdiendo dinero en ventas que van a
las compañías homeopáticas, por esto es por lo que está pasando esto. La gente
no es estúpida. No van a tomar medicamentos que no funcionan. Los remedios
homeopáticos han ayudado a ayudado a la gente durante 1000 años y continuarán
haciéndolo. Qué vergüenza de NHS”.


Hay muchísimas premisas falsas y falacias lógicas en este pequeño texto, que es bastante típico de los defensores de las Medicinas Alternativas y Complementarias (MAC). El reflejo inmediato de Hanna es que la malvada Gran Farmacéutica está detrás de esto – incluso aunque esté realizado por una organización profesional. El propio artículo afirma que las ventas homeopáticas son ridículas en comparación con las ventas farmacéuticas – ciertamente no en el radar de las grandes compañías. Y, en cualquier caso, la respuesta de las compañías farmacéuticas a la competición de la homeopatía y los suplementos, es empezar a vender homeopatía y suplementos. Reconocen que ser capaces de hacer afirmaciones pseudosanitarias y vender productos de salud sin tener que invertir millones en investigación es una mina de oro. Los remedios homeopáticos ni siquiera tienen remedios en ellos – ¿qué es mejor que vender la nada?

La siguiente premisa de Hanna es que “la gente no es estúpida”. Esta es una afirmación vaga e inútil, dado que la “estupidez” es como la “inteligencia” – tiene muchas caras. Es más, la incapacidad de decir si un tratamiento funciona, debido a los distintos efectos placebo que crean la ilusión de un tratamiento efectivo donde no lo hay, no tiene nada que ver con la inteligencia o la estupidez. Es como decir que la gente engañada por los trucos de un mago inteligente, son tontos. No, simplemente son personas. Se puede engañar a todo el mundo. Todo el mundo puede verse engañado por anécdotas y efectos placebo.
Éste es un hecho histórico establecido – millones de personas creen que se han curado gracias a Osciloclasto de Abrams, que no es más que una caja negra llena de pieza inútiles de máquinas. Los tónicos radiactivos fueron populares a principios del siglo XX. Y las sangrías fueron populares en muchas culturas durante miles de años.
Hanna también cree que los remedios homeopáticos han “ayudado a la gente desde hace miles de años”. Deduzco de esta afirmación que realmente no sabe lo que es la homeopatía. Puede que crea que son simplemente remedios “naturales” o basados en plantas, cuando de hecho es una brujería basada en supersticiones pre-científicas. Además, la homeopatía apenas tiene 200 años, siendo desarrollada en el siglo XVIII por Hahnemann.
Sé que seleccionar a un comentarista aleatorio de un artículo on-line puede parecer arbitrario – pero su comentario realmente es representativo del defensor homeopático medio (no del homeópata, sino del conocimiento de la persona media sobre homeopatía).
Es bueno ver los frutos de los comentarios críticos sobre la homeopatía – arrastrándola a la luz de la ciencia moderna y demostrando el fraude que es. Con suerte, se adoptarán las recomendaciones de la BMA, y se replicarán por todo el mundo. La humanidad realmente está mejor sin esta pseudociencia concreta.
Artículo traducido y posteado en Ciencia Kanija, el original se publicó en Neurologica Blog, su autor es Steven Novella.

La Gravedad podría deberse a las leyes de la Termodinámica



Hoy el post será largo, y en inglés, pero merecerá la pena leerlo. Para resumir, para aquellos a los que le cueste leer en Inglés, hay un profesor de física de la universidad de Amsterdan que sostiene que la Gravedad se debe a la propia ley de la termodinámica y que, por lo tanto no existe, al menos como tal, una ley de la gravedad. Lo cual no quita que para hacer los cálculos se pueda seguir usando las leyes de la gravedad definidas hasta ahora.




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It’s hard to imagine a more fundamental and ubiquitous aspect of life on the Earth than gravity, from the moment you first took a step and fell on your diapered bottom to the slow terminal sagging of flesh and dreams.


But what if it’s all an illusion, a sort of cosmic frill, or a side effect of something else going on at deeper levels of reality?
So says Erik Verlinde, 48, a respected string theorist and professor of physics at the University of Amsterdam, whose contention that gravity is indeed an illusion has caused a continuing ruckus among physicists, or at least among those who profess to understand it. Reversing the logic of 300 years of science, he argued in a recent paper, titled “On the Origin of Gravity and the Laws of Newton,” that gravity is a consequence of the venerable laws of thermodynamics, which describe the behavior of heat and gases.
“For me gravity doesn’t exist,” said Dr. Verlinde, who was recently in the United States to explain himself. Not that he can’t fall down, but Dr. Verlinde is among a number of physicists who say that science has been looking at gravity the wrong way and that there is something more basic, from which gravity “emerges,” the way stock markets emerge from the collective behavior of individual investors or that elasticity emerges from the mechanics of atoms.
Looking at gravity from this angle, they say, could shed light on some of the vexing cosmic issues of the day, like the dark energy, a kind of anti-gravity that seems to be speeding up the expansion of the universe, or the dark matter that is supposedly needed to hold galaxies together.
Dr. Verlinde’s argument turns on something you could call the “bad hair day” theory of gravity.
It goes something like this: your hair frizzles in the heat and humidity, because there are more ways for your hair to be curled than to be straight, and nature likes options. So it takes a force to pull hair straight and eliminate nature’s options. Forget curved space or the spooky attraction at a distance described by Isaac Newton’s equations well enough to let us navigate the rings of Saturn, the force we call gravity is simply a byproduct of nature’s propensity to maximize disorder.
Some of the best physicists in the world say they don’t understand Dr. Verlinde’s paper, and many are outright skeptical. But some of those very same physicists say he has provided a fresh perspective on some of the deepest questions in science, namely why space, time and gravity exist at all — even if he has not yet answered them.
“Some people have said it can’t be right, others that it’s right and we already knew it — that it’s right and profound, right and trivial,” Andrew Strominger, a string theorist at Harvard said.
“What you have to say,” he went on, “is that it has inspired a lot of interesting discussions. It’s just a very interesting collection of ideas that touch on things we most profoundly do not understand about our universe. That’s why I liked it.”
Dr. Verlinde is not an obvious candidate to go off the deep end. He and his brother Herman, a Princeton professor, are celebrated twins known more for their mastery of the mathematics of hard-core string theory than for philosophic flights.
Born in Woudenberg, in the Netherlands, in 1962, the brothers got early inspiration from a pair of 1970s television shows about particle physics and black holes. “I was completely captured,” Dr. Verlinde recalled. He and his brother obtained Ph.D’s from the University of Utrecht together in 1988 and then went to Princeton, Erik to the Institute for Advanced Study and Herman to the university. After bouncing back and forth across the ocean, they got tenure at Princeton. And, they married and divorced sisters. Erik left Princeton for Amsterdam to be near his children.
He made his first big splash as a graduate student when he invented Verlinde Algebra and the Verlinde formula, which are important in string theory, the so-called theory of everything, which posits that the world is made of tiny wriggling strings.
You might wonder why a string theorist is interested in Newton’s equations. After all Newton was overturned a century ago by Einstein, who explained gravity as warps in the geometry of space-time, and who some theorists think could be overturned in turn by string theorists.
Over the last 30 years gravity has been “undressed,” in Dr. Verlinde’s words, as a fundamental force.
This disrobing began in the 1970s with the discovery by Jacob Bekenstein of the Hebrew University of Jerusalem and Stephen Hawking of Cambridge University, among others, of a mysterious connection between black holes and thermodynamics, culminating in Dr. Hawking’s discovery in 1974 that when quantum effects are taken into account black holes would glow and eventually explode.
In a provocative calculation in 1995, Ted Jacobson, a theorist from the University of Maryland, showed that given a few of these holographic ideas, Einstein’s equations of general relativity are just a another way of stating the laws of thermodynamics.
Those exploding black holes (at least in theory — none has ever been observed) lit up a new strangeness of nature. Black holes, in effect, are holograms — like the 3-D images you see on bank cards. All the information about what has been lost inside them is encoded on their surfaces. Physicists have been wondering ever since how this “holographic principle” — that we are all maybe just shadows on a distant wall — applies to the universe and where it came from.


In one striking example of a holographic universe, Juan Maldacena of the Institute for Advanced Study constructed a mathematical model of a “soup can” universe, where what happened inside the can, including gravity, is encoded in the label on the outside of the can, where there was no gravity, as well as one less spatial dimension. If dimensions don’t matter and gravity doesn’t matter, how real can they be?


Lee Smolin, a quantum gravity theorist at the Perimeter Institute for Theoretical Physics, called Dr. Jacobson’s paper “one of the most important papers of the last 20 years.”
But it received little attention at first, said Thanu Padmanabhan of the Inter-University Center for Astronomy and Astrophysics in Pune, India, who has taken up the subject of “emergent gravity” in several papers over the last few years. Dr. Padmanabhan said that the connection to thermodynamics went deeper that just Einstein’s equations to other theories of gravity. “Gravity,” he said recently in a talk at the Perimeter Institute, “is the thermodynamic limit of the statistical mechanics of “atoms of space-time.”
Dr. Verlinde said he had read Dr. Jacobson’s paper many times over the years but that nobody seemed to have gotten the message. People were still talking about gravity as a fundamental force. “Clearly we have to take these analogies seriously, but somehow no one does,” he complained.
His paper, posted to the physics archive in January, resembles Dr. Jacobson’s in many ways, but Dr. Verlinde bristles when people say he has added nothing new to Dr. Jacobson’s analysis. What is new, he said, is the idea that differences in entropy can be the driving mechanism behind gravity, that gravity is, as he puts it an “entropic force.”
That inspiration came to him courtesy of a thief.
As he was about to go home from a vacation in the south of France last summer, a thief broke into his room and stole his laptop, his keys, his passport, everything. “I had to stay a week longer,” he said, “I got this idea.”
Up the beach, his brother got a series of e-mail messages first saying that he had to stay longer, then that he had a new idea and finally, on the third day, that he knew how to derive Newton’s laws from first principles, at which point Herman recalled thinking, “What’s going on here? What has he been drinking?”
When they talked the next day it all made more sense, at least to Herman. “It’s interesting,” Herman said, “how having to change plans can lead to different thoughts.”
Think of the universe as a box of scrabble letters. There is only one way to have the letters arranged to spell out the Gettysburg Address, but an astronomical number of ways to have them spell nonsense. Shake the box and it will tend toward nonsense, disorder will increase and information will be lost as the letters shuffle toward their most probable configurations. Could this be gravity?
As a metaphor for how this would work, Dr. Verlinde used the example of a polymer — a strand of DNA, say, a noodle or a hair — curling up.
“It took me two months to understand polymers,” he said.
The resulting paper, as Dr. Verlinde himself admits, is a little vague.
“This is not the basis of a theory,” Dr. Verlinde explained. “I don’t pretend this to be a theory. People should read the words I am saying opposed to the details of equations.”
Dr. Padmanabhan said that he could see little difference between Dr. Verlinde’s and Dr. Jacobson’s papers and that the new element of an entropic force lacked mathematical rigor. “I doubt whether these ideas will stand the test of time,” he wrote in an e-mail message from India. Dr. Jacobson said he couldn’t make sense of it.
John Schwarz of the California Institute of Technology, one of the fathers of string theory, said the paper was “very provocative.” Dr. Smolin called it, “very interesting and also very incomplete.”
At a workshop in Texas in the spring, Raphael Bousso of the University of California, Berkeley, was asked to lead a discussion on the paper.
“The end result was that everyone else didn’t understand it either, including people who initially thought that did make some sense to them,” he said in an e-mail message.
“In any case, Erik’s paper has drawn attention to what is genuinely a deep and important question, and that’s a good thing,” Dr. Bousso went on, “I just don’t think we know any better how this actually works after Erik’s paper. There are a lot of follow-up papers, but unlike Erik, they don’t even understand the problem.”
The Verlinde brothers are now trying to recast these ideas in more technical terms of string theory, and Erik has been on the road a bit, traveling in May to the Perimeter Institute and Stony Brook University on Long Island, stumping for the end of gravity. Michael Douglas, a professor at Stony Brook, described Dr. Verlinde’s work as “a set of ideas that resonates with the community, adding, “everyone is waiting to see if this can be made more precise.”
Until then the jury of Dr. Verlinde’s peers will still be out.
Over lunch in New York, Dr. Verlinde ruminated over his experiences of the last six months. He said he had simply surrendered to his intuition. “When this idea came to me, I was really excited and euphoric even,” Dr. Verlinde said. “It’s not often you get a chance to say something new about Newton’s laws. I don’t see immediately that I am wrong. That’s enough to go ahead.”
He said friends had encouraged him to stick his neck out and that he had no regrets. “If I am proven wrong, something has been learned anyway. Ignoring it would have been the worst thing.”
The next day Dr. Verlinde gave a more technical talk to a bunch of physicists in the city. He recalled that someone had told him the other day that the unfolding story of gravity was like the emperor’s new clothes.
“We’ve known for a long time gravity doesn’t exist,” Dr. Verlinde said, “It’s time to yell it.”

martes, 3 de agosto de 2010

SinDioses.org Propone el día del orgullo primate

La explicación científica del origen del hombre molesta profundamente a los creacionistas. Razón por la cual han ridiculizado la idea de “descender de un mono”, pero más grave aún, se han esforzado por subvalorar y tergiversar el conocimiento que se ha obtenido a partir del registro fósil, valiéndose del analfabetismo científico y fomentándolo.

La idea de que el ser humano desciende de un primate no humano, o más coloquialmente, de un mono o un simio ha sido fuertemente atacada por los religiosos. No por motivos que la teoría no sea científica sino porque contradice los dogmas religiosos.

La desinformación y tergiversación han girado alrededor de la forma como opera la evolución (¿si la evolución es correcta por qué sigue habiendo monos?), la importancia de los fósiles de transición (no “eslabones perdidos”, término incorrecto de origen decimonónico), y las pruebas genéticas que muestran el parentesco evolutivo y permite inferir el tiempo en el que los linajes divergieron.

¿Qué hacer frente a esta ola de desinformación y ataque frontal? Lo primero es luchar para que haya una mayor comprensión pública de la ciencia. Las declaraciones y textos creacionistas demuestran que la mayoría de las personas desconoce los hechos y tiene ideas mal concebidas sobre lo que es la evolución y sobre cómo ocurre. Solamente en la educación se encuentra la solución al analfabetismo científico.

Es importante que se tome un día reivindicativo para la ciencia, un día en el que los biólogos y paleontólogos puedan llamar la atención sobre nuestros orígenes, sobre el esfuerzo científico para conocer nuestro lugar en la naturaleza, y para denunciar la pseudociencia creacionista.

Sindioses propone postular el 24 de noviembre para tal fin. ¿Por qué esta fecha? Porque un 24 de noviembre se produjeron dos hechos claves para comprender nuestros orígenes y nuestro lugar en la naturaleza: la publicación del Origen de las especies, en 1859 y el descubrimiento de Lucy en 1974. El día que proponemos sería llamado “Día del orgullo primate”

Nuestro deseo es que biólogos, paleontólogos y racionalistas en general se unan a esta celebración haciendo público el siguiente manifiesto:

1. Nos sentimos orgullosos de ser miembros del orden de los primates. La inclusión en el grupo de los primates no es solo un aspecto taxonómico sino que revela también el parentesco evolutivo que tenemos con los demás primates.

2. Nos sentimos orgullosos de "descender de un simio". No de una especie de simio actual, sino de un simio extinto, pero simio al fin y al cabo. No nos avergüenza nuestro origen evolutivo.

3. Queremos hacer un reconocimiento al trabajo de los paleontólogos que han ayudado a descifrar nuestros orígenes evolutivos y deseamos que se siga desarrollando el trabajo de los paleontólogos, así como la divulgación de sus investigaciones.

4. Queremos hacer un reconocimiento a todos los biólogos y conservacionistas que trabajan para ayudar a conservar las especies de primates actuales.

5. Queremos declarar que los seres humanos no estamos separados de la naturaleza, sino que somos parte de la naturaleza, ya que nos relacionamos con ella en las interacciones ecológicas y por nuestro origen evolutivo.

6. Manifestamos que nos sentimos orgullosos de ser homínidos y de que nuestros parientes más cercanos sean los simios africanos. La anatomía comparada y la genética nos muestra esta relación filogenética y tal hecho no nos hace menos como seres humanos.

7. Queremos que el conocimiento de los orígenes humanos que nos revela la ciencia esté disponible en todas las escuelas y denunciamos el bloqueo que hacen de ello los grupos fundamentalistas religiosos.

8. Manifestamos que la oposición que hacen los creacionistas respecto al parentesco de los humanos con los demás primates y de nuestra evolución es científicamente deshonesta y responde solamente a intereses doctrinales. Los creacionistas tienen derecho a creer lo que deseen pero no pueden pretender pasar por alto el testimonio fósil, ni del ADN, ni de hacer pasar sus convicciones religiosas como una explicación al mismo nivel de la ciencia.