viernes, 26 de diciembre de 2008

Noe y el arca

Ciclo de Ziusudra

El profesor Federico García Lara, experto en Historia antigua, resume el “Ciclo de Ziusudra” de la siguiente forma. “Los dioses deciden destruir a la humanidad a causa de las muchas culpas cometidas por ésta. Sin embargo un Dios, Enki, advierte al rey Ziusudra de Shuruppak de lo que se avecinaba, ordenándole la construcción de una nave para que pudiera salvarse junto con su familia junto a animales y plantas de todas clases. El Diluvio al fin se produjo y destrozó todo tipo de vida, así como los lugares de culto (las ciudades), convirtiendo a la humanidad en barro. Después de siete días y siete noches, el Diluvio cesó y Ziusudra pudo salir de la barca. En acción de gracias realizó un sacrificio a los dioses, quienes le hicieron vivir allende los mares, en el Oriente, en Dilmun”.

..
Yo quiero (...) la destrucción de mi raza humana,
para Nintu quiero atajar la destrucción de mis criaturas.
Haré retornar a las gentes a sus establecimientos.
Construirán ciudades en todos los lugares
y haré que su sombra sea apacible.
Colocarán de nuevo los ladrillos de nuestros templos en los santos lugares,
(y) los lugares de nuestras decisiones los restablecerán en los lugares consagrados.
Yo prepararé convenientemente allí el agua santa que apaga el fuego,
completaré las divinas reglas y los sublimes decretos,
la tierra estará regada y estableceré allí la paz.
Después que An, Enlil, Enki y Ninhursag
hubieon creado el (pueblo) de los cabezas negras,
la vegetación se desarrolló, lujuriante, sobre la tierra,
los animales, de todos los tamaños, los cuadrúpedos, fueron colocados como adecuado onamento de las llanuras
[---]
yo quiero tener en cuenta (sus afanosos esfuerzos).
(Después que) el constructor del país hubo fijado los fundamentos,
(cuando el cetro) de la realeza hubo descendido del cielo,
después que la sublime tiara (y) el trono de la realeza hubieron descendido del cielo,
él completó (las divinas reglas y los sublimes destinos).
Fundó (las cinco) ciudades en (lugares puros);
pronunció sus nombres y las designó como centros de culto.
La primera de estas ciudades, Eridú, la dio al jefe Nudimmud,
la segunda, Baltibira, la dio al nugig,
la tercera, Larak, la dio a Pabilsag,
la cuarta, Sippar, la dio al héroe Utu,
la quinta, Shuruppak, la dio a Sud.
Él proclamó los nombres de aquellas ciudades y las designó como centros de culto;
no detuvo el (anual) diluvio, (sino que) excavó la tierra y trajo el agua,
y estableció la limpieza de los pequeños canales y las zanjas de irrigación.
[---]
el diluvio (...)
(...)
así fue convencido (...).
Entonces Nintu lloró (por sus criaturas) como un (...);
la divina Inanna entonó un lamento por su pueblo;
Enki tomó consejo de sí mismo.
An, Enlil, Enki (y) Ninhursag,
los dioses del universo prestaron juramento por los nombres de An y Enlil.
Entonces el rey Ziusudra, el pashishu de (...)
construyó (...).
Humildemente, obediente, con reverencia él (...);
ocupado cada día, constantemente él (...).
Aquello no era un sueño; saliendo y hablando (...),
invocando al cielo (y) al mundo subterráneo, él (...).
En el ki-ur, los dioses, un muro (...).
Ziusudra oyó a su lado,
estando de pie en el lado izquierdo del muro (...):
«Junto al muro, yo te diré una palabra, (escucha) mi palabra,
presta oído a mis instrucciones:
Un diluvio va a inundar todas las moradas, todos los centros de culto,
para destruir la simiente de la Humanidad (...).
(Tal) es la decisión, el decreto de la Asamblea (de los dioses).
(Tal) es la palabra de An, Enlil (y Ninhursag).
(...) la destrucción de la realeza.
Ahora (...)»
[---]
(...)
Todas las tempestades y los vientos se desencadenaron;
(en un mismo instante) el diluvio invadió los centros de culto.
Después que el diluvio hubo barrido la tierra durante siete días y siete noches,
y la enorme barca hubo sido bamboleada sobre las vastas aguas por las tempestades
Utu salió, iluminando el cielo y la tierra.
Ziusudra abrió entonces una ventana de su enorme barca,
y Utu hizo penetrar sus rayos dentro de la gigantesca barca.
El rey Ziusudra
se prosternó (entonces) ante Utu;
el rey le inmoló gran número de bueyes y carneros.
«Invocaréis por el cielo y por la tierra (...)»
An (y) Enlil invocaron por el cielo y por la tierra (...),
e hicieron aparecer los animales que surgieron de la tierra.
El rey Ziusudra
se prosternó ante An (y) Enlil.
An (y) Enlil cuidaron de Ziusudra,
le dieron vida como (la de) un dios,
hicieron descender para él un eterno soplo como (el de ) un dios.
Entonces al rey Ziusudra,
que salvó de la destrucción la simiente de la humanidad en aquel tiempo,
allende los mares, en el Oriente, en Dilmun, (le) hicieron vivir.

Versión de Federico Lara Peinado (ed.), Mitos sumerios y acadios. Editora Nacional. (Clásicos para una biblioteca contemporánea 41), Madrid, 1984, pp. 60-62.

Enki que se dirige a Atrahasis

Pared, escúcheme atentamente!
¡Choza de caña, asegúrese Ud, de asistir a todas mis palabras!
Desmonte la casa, y construya un barco...
¡Que la azotea sea como el Apsu que ni el sol pueda penetrar dentro!
Haga cubiertas (decks) superiores e inferiores,
al abordar deben ser muy fuertes,
que el betún sea fuerte.

Como un asno salvaje que grita los vientos aullaron,
la oscuridad era total, no había ningún sol....
Como para Nintu la “Gran Amante”,
Sus labios se resecaron por la escarcha.
Los grandes dioses, los Annuna,
Estaban sedientos y hambrientos.
La diosa miró y lloró...

Utnapishtim

Utnapishtim (en Babilonia, y también conocido como Ziusudra por sumerios y Atrahasis por acadios) es un personaje presente en el mito del diluvio mesopotámico; siendo además el sabio al que recurre el héroe mitológico Gilgamesh, para poder encontrar la inmortalidad en El Poema de Gilgamesh.

La leyenda sumeria cuenta que Enlil, hastiado del ruido que provocaban los habitantes de la tierra, decide eliminar a la especie humana a través de un diluvio. Enki, se apiada de los humanos y advierte a Utnapishtim (en sumerio Ziusudra), rey de Shuruppak, del desastre que se avecina. Le aconseja que fabrique un barco y guarde en él una pareja de cada especie animal de la tierra. Ziusudra sigue su consejo y salva así a la humanidad.

No creo que haga falta hacer más comentarios.

Saludos.

1 comentario:

  1. Enlil decide eliminar a la humanidad, porque consideraba una abominación la unión entre los annunakis y las terrestres y los híbridos que de allí habían surgido (los gigantes, de los que habla la biblia)

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