lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Porque Creemos en Dios? (I)

Esta mañana me he encontrado con una interesante entrada en microsiervos, en la que hablan de una interesante charla de Dan Gilbert, titulada Exploring the frontiers of happiness (Explorando las fronteras de la felicidad), donde a partir del concepto de valor esperado o «esperanza matemática» explica un montón de aparentes paradojas sobre el comportamiento de los seres humanos tomando decisiones. La conclusión es clara: somos pésimos calculando tanto la probabilidad de que sucedan las cosas como el verdadero valor que tienen éstas.

En dicho artículo dice: [extraido de microsiervos]
"Gilbert analiza con cierta profundidad muchos de los ejemplos de contabilidad mental paradójica que alguna vez hemos mencionado por aquí: cálculos incorrectos y sesgados que repetimos una y otra vez, influidos a veces por trucos de ventas, que muchas veces no tienen sentido. Un ejemplo perfecto es que la mayoría de las personas cruzarían toda la ciudad para comprar por 100 euros un electródoméstico que vale 200 al lado de su casa, pero no lo harían para comprar por 29.900 un coche que cuesta 30.000 en un concesionario cercano (la realidad: el billete de 100 euros que es el mismo ahorro en ambos casos no tendrá memoria sobre «de donde fue ahorrado»).

Una cuestión interesante es que en su exposición califica de tontería «jugar a la lotería», pues las probabilidades siempre están en contra del jugador y a favor de la «banca». Hay muchas variantes de frases populares que afirman con cierta gracia que la lotería es un impuesto voluntario sobre la esperanza o bien un impuesto «para los tontos que no saben matemáticas». Matemáticamente, están en lo cierto.

Pero psicológica y socialmente tal vez es una idea equivocada, como le recordó alguien de entre el público en el turno de preguntas: comprar un billete de lotería produce una utilidad o satisfacción en el comprador por el mero hecho de soñar durante un rato, unos días o incluso semanas con la posibilidad de ser agraciado con el premio (incluso aunque sepa que las probabilidades están en su contra). Podría afirmarse que incluso el subidón de serotonina («la hormona del placer») compense con creces el precio pagado por jugar.

Gilbert reconoció que este argumento tiene cierto sentido, pero que también habría que tener en cuenta la tristeza que se siente cuando a uno no le toca. (Así que todo queda en que es cuestión de jugar sabiamente y no deprimirse demasiado al perder, que es lo normal.)"

Evidentemente a la gente le importa bien poco el punto de vista científico. Prefiere creer. Prefiere confiar su futuro a la suerte o a una divinidad superior antes de enfrentarse a la realidad del mundo. Quitarse de sus manos su propio destino, conscientes de su falta de control sobre su entorno. Y si la cosa sale mal, no tienen que echarle la culpa a que no han echo lo suficiente, o a que simplemente pasa. Siempre hay una razón: Dios así lo ha querido. Es más fácil. No hay que pensar. No hay que analizar. Simplemente ha sido designio de alguien superior y punto. Ya puedes irte a la cama tranquilo, a rezar un par de padre nuestros. Porque con eso tú ya has cumplido. No necesitas nada más. Porque Dios te ama.

Es más facil ser feliz, pensando que la suerte o un ser superior te va a salvar el culo, y no que dependes de tu propio trabajo. Y eso, te da la felicidad.

Se que tiendo demasiado a citar a Karl Marx, y su famosa frase: "La religión es el opio del pueblo". Pero ¿quien es capaz de discutirselo?

Saludos.

1 comentario:

  1. ...Es más facil ser feliz, pensando que la suerte o un ser superior te va a salvar el culo, y no que dependes de tu propio trabajo...

    Muy buena reflexion, me gusta...

    Por cierto enhorabuena a tu colaboradora...tonto..el mundo lo hemos echo los albañiles...

    El de la navidad: Así que el día de las fiestas en honor a saturno, celebramos el nacimiento de no sabemos quien, que realmente no nació de una virgen...
    GENIAL...jajaja...

    Sigue asi..que a mi estos temas sabes que me gustan..jejeje...
    Y con tu forma de presentarlos me encantan.

    cuidate.
    besos

    lit3rati

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