jueves, 6 de agosto de 2009

Y nos quejamos de los musulmanes


La verdad es que siempre ponemos a los musulmanes como ejemplo de lo que el integrismo religioso puede dar de si. Pero el integrismo religioso cristiano no se queda atras. Solo hay que leer la noticia aparecida en el diario digital 20 minutos: Acusan al dueño de Blackwater de emprender una cruzada para "eliminar a los musulmanes del planeta” . Según esta noticia:

Si la sucesión de crímenes cometidos por integrantes de la compañía podrían haber pasado por casos aislados de “gatillo fácil”, consecuencia de la negligente gestión de los directivos de la empresa y de la ausencia de supervisión por parte del Departamento de Defensa, las palabras que ambos hombres pronunciaron cargan las culpas contra Erik Prince, al que acusan de “verse a sí mismo como un cruzado con la misión de eliminar a los musulmanes y a la fe islámica de la faz del planeta”

La verdad que resulta, cuanto menos curioso. Sobre todo teniendo en cuenta el uso retorcido y distorsionado que hacen de algunos símbolos:

Muchos de estos hombres usaban símbolos de los caballeros templarios, que los guerreros emplearon cuando luchaban en las cruzadas.


Queda claro que mucho de historia no sabían. Los templarios, si bien es cierto que luchaban en las cruzadas, hicieron numerosos acuerdos con los musulmanes, con quienes compartieron cambpo de batalla, en una lucha política disfrazada de lucha religiosa. Un ejemplo claro lo comentamos hace poco en el post "Petroleo y terrorismo", en este mismo blog:

La traducción del la palabra Hsahshashiín, siempre se ha asociado como "Comedores de hachis", en su traducción al castellano, de donde procede la palabra asesino. Fué una secta, liderada por Hasan-i Sabbah, en la fortaleza de Alamut, una posición inexpugnable, al sur del mar Caspio. El grupo, en origen, no era más que una comunidad de partidarios del ismailismo en Irán, es decir, una secta minoritaria del chiismo, a su vez minoriatario en un país eminentemente sunní. A pesar de su escaso número, parecen aber aterrorizado a sus enemgios, alcanzando a personajes muy protegidos, creando la leyenda de que nadie podía escapárseles. Realizaban asesinatos estratégicos de políticos o militares. Su sumisión y fé hacia Hasan-i Sabbah fué tal, que sólo una orden suya bastaba para que cualquiera de los miembros de esta secta se quitara la vida, popularizando también la leyenda de los asesinos suicidas.

No deja de ser curioso que escogieran este modelo sobre todo, teniendo en cuenta, que esta secta se alió con la orden del Temple (Sería más correcto hablar de la Santa Orden Del Templo de Salomón) durante la primera y segunda cruzada, para defender los santos lugares.


Pero seguramente buscarán excusas para esto. Será que lo hemos escrito los europeos, y por lo tanto es mentira, o que la culpa es de las vacunas.... Porque los integristas religiosos americanos son de lo que no hay a la hora de buscar excusas para cualquier cosa. Da igual lo que sea. Todo es justificable para defender la idea de dios, aunque sea con tonterías.

En fin... a mi parecer, tan peligrosos unos como otros, o más... Vivir para ver.

1 comentario:

  1. Integrismos hay en todas partes, y tan dañinos y peligrosos son unos como otros.
    Aquí se ha pasado de un extremo a otro, en esa "teoría pendular" que ya enunciaba Francis Fukuyama en su libro "El fin de la Historia".
    O nos sale un iluminado proponiendo una Alianza de Civilizaciones imposible con paises que no respetan los derechos humanos, o nace en el otro extremo del espectro un individuo como el dueño de Blackwater.

    Saludos.

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