jueves, 16 de julio de 2009

Sindrome de Alicia en el Pais de las Maravillas

Navegando encontré esta noticia curiosa: "Los pediatras describen en una niña de Ourense un caso excepcional del síndrome de Alicia en el País de las Maravillas" [Noticia aparecida en La voz de Galicia].

Pero... ¿En que consiste esta enfermedad? Según la Wikipedia:

La micropsia o síndrome de Alicia en el país de las maravillas, es un desorden neurológico que afecta la percepción visual.
Los sujetos perciben los objetos como sustancialmente mucho más pequeños de lo que son en realidad. Generalmente los objetos aparecen lejanos al mismo tiempo.
Por ejemplo, un animal doméstico, como un perro, puede parecer del tamaño de un ratón, o un coche como un coche de juguete. Esto condujo a otra denominación del síndrome, visión o alucinación Lilliputense.
Se observa en afecciones de la porción central de la coroides y retina, en delirios febriles, epilepsia, psicosis esquizofrénicas agudas y en estados psicasténicos.
La patología es en términos de percepción, la visión no es afectada, sólo la interpretación cerebral de lo visto.
El síndrome está asociado con, y quizá en parte causado por, una migraña. Ocasionalmente el síndrome es el primer síntoma de una mononucleosis infecciosa. Es una de las enfermedades relacionadas con el virus de Epstein Barr.
Otras causas de este desorden se debe al uso de substancias alucinógenas o drogas psicoactivas como lsd u hongos psilocibos o amanita muscaria.

En un post anterior, exáminamos nuestra percepción del mundo [ver post], y vimos como este no lo percibimos según la realidad que tenemos delante, sino con respecto a la interpretación que el cerebro hace de la información proveniente de esta.

Esto es lo que hace que, determinados desordenes neurológicos, nos provoquen una distorsión de la realidad.

Pero no solamente los desordenes neurológicos, como el "sindrome de Alicia en el país de las maravillas" provocan distorsiones de la realidad. Como ya comentamos anteriormente, nuestra percepción de la realidad depende, en gran medida, de nuestros esquemas mentales. Y estos tienen también, de forma intrínseca, la capacidad de distorsionar la realidad.

Tal es el caso, por ejemplo, de los integristas religiosos. Supongamos un caso extremo, para verlo de forma más clara.

Hace poco hice referencia al blog de "Shelley The Repúblican", un claro ejemplo de integrismo religioso cristiano de los Estados Unidos de América. En dicho blog dejó un artículo en el que se podían leer perlas como:

Leading scholars all agree that Homosexuality is actually a form of demonic possession. Your son may be possesed by one or more homosexual demons who may require exorcism.
Leading expert on Homosexuality James Dobson has discovered that most kids are made into homos as a consequence of either negligent or abusive parents: That means if your child was not neglected, then it’s beyond doubt that he was sexually abused by your husband or some other family member as a child.
There are other possible causes: Vaccination has been linked by homosexuality. If you vaccinated your kids then there’s a very good chance that you might have turned them into gays.

La realidad se ve distorsionada, dado que la información es sesgada ya en su cerebro, incluso creando excusas para desprestigiar o combatir toda evidencia que ponga en duda sus convencimientos.

Under no circumstances should you consult a psychiatrist or physician unless they are a member of your church or a practicioner of Focus on the Family approved Ex-Gay therapy. Unfortunately the medical professions have been overwhelmed by an an evil “anything goes” secularist culture.

Bajo ninguna circunstancia una idea externa es permitida dentro de estos ámbitos. Toda información que pueda cambiar o modificar los esquemas mentales establecidos y pueda poner en peligro la idea central, es deshechada o, incluso destruida. No creo que sea necesario mencionar como han ejercido este principio las principales religiones, sobre todo monoteistas. Ya debería ser conocido por todos.

Ya es conocido el sesgo mental sufrido por los creyentes de las diferentes religiones, y como este distorsiona su versión de la realidad. Pero ¿estamos los laicos expuestos también a nuestro particular "sindrome de Alicia en el país de las maravillas"?.

Con toda seguridad SI. Es uno de nuestros límites como seres humanos. Como bien nos decían desde la Psicoteca :

El conocimiento de las limitaciones y errores de nuestro sistema cognitivo debería servir para tener en cuarentena nuestras conclusiones intuitivas hasta que la evidencia científica las avale o refute.

Por ese motivo se creo el método científico. Glenys Álvarez, en un artículo para "Sin Dioses.org", nos comenta:

Necesariamente, los investigadores están obligados a realizar experimentos a “doble-ciego”, introducir el efecto placebo en sus resultados y luego enviarlo a un consorcio de colegas elegido por otros investigadores, para que lo revisen. Todo esto con el propósito de filtrar errores, producir evidencias confiables, desenmascarar estadísticas que vayan más allá de la pura circunstancia y desentrañar la realidad de la experiencia puramente subjetiva. Aún así se cometen errores.

En otro interesante artículo, en el blog "neurotransmisores", nos dan otro punto de vista sobre el tema:

En el mundo de cada uno tenemos un porcentaje de objetividad/subjetividad que varía en función de la propia personalidad, de la educación, del trabajo desempeñado, de la clase social de o de los grupos a los que pertenezcamos.

A fin de cuentas todos tenemos opiniones subjetivas; si todos fuéramos objetivos en nuestras apreciaciones no habría debate ni diálogo ya que todos pensaríamos lo mismo y por tanto no habría intercambio de impresiones.

Según todo lo visto anteriormente, la objetividad absoluta no es posible. Siempre habrá un halo de subjetividad en todas nuestras actividades, tanto en cuanto que como humanos nuestro cerebro procesa desde el "yo subconsciente" la información que recibirá el "yo consciente".

Entonces ¿podrían estar equivocados los laicos, y tener razón los creyentes?. Si, podría ser. De echo, la postura atea no niega tajantemente la existencia de ningún Dios, sino que, con la información con la que contamos actualmente, ven poco probable su existencia, al igual que la de cualquier ser mitológico.

La ciencia duda. La ignorancia afirma o niega tajantemente. Quizá sea esa la principal diferencia entre laicos y creyentes.

Como bien dijo el ya fallecido Carl Sagan:
En la ciencia suele suceder que los científicos dicen: '¿Sabes qué? Ése es un buen argumento; mi posición está equivocada', y luego realmente cambian de idea y nunca se les vuelve a escuchar hablando de su antigua postura. Realmente lo hacen. No sucede con tanta frecuencia como debería, porque los científicos son humanos y el cambio a veces es doloroso. Pero sucede todos los días. No puedo recordar cuándo fue la última vez que algo parecido sucedió en política o religión.

El sesgo mental producido por nuestras creencias y convicciones es tanto más peligroso, cuanto menos conscientes somos de que lo tenemos. Esto nos lleva a situaciones absurdas.


Los pueblos que no viven de su experiencia del mundo sino que sobreviven navegando entre las secas creencias y con el centro fuera de sí mismos, son los que creen también que deben matar a todos los que no piensan como ellos porque son un peligro.

El conflicto aparece cuando decretamos que algo es así porque así lo creemos nosotros. Las creencias empiezan a crecer y se vuelven más valiosas que la vida misma. En el nombre de la verdad el ser humano creó la esclavitud, el genocidio, las guerras, la santa inquisición y el pensamiento único en que estamos todos peligrosamente sumergidos con la imposición de la globalización del capital, que no de las culturas ni de las personas.

En fin. Todo un tema para pensar. ¿no?

miércoles, 15 de julio de 2009

¿Y si viviésemos en un Quark?




El principio de incertidumbre de Heisenberg es, quizá, el principio más sorprendente de la física. Quizá el más sorprendente de la ciencia.

Literalmente nos dice que
"no se puede determinar, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, por ejemplo, la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. En otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimiento lineal"
[Fuente: wikipedia ].

Pero este princípio no nos habla solo de física. También es el primer principio que nos habla de nuestros límites. Nos recuerda que somos seres imperfectos, y que nuestras capacidades son las que son. Y que habrá cosas que no podemos, ni podremos conocer nunca.

Hace poco, en el blog "Apuntes científicos desde el MIT ", hacían unos apuntes sobre la posibilidad de comunicarnos con vida extraterrestre.

Hace unos años, el optimista Carl Sagan estimó que la distancia media entre "vecinos" es de 10.000 años luz. Aún en este caso enviar un simple pulso de luz, la máxima velocidad posible, tardaría este tiempo en llegar. Para entonces esa sociedad habría avanzado igualmente 10.000 largos años. El receptor, si está escuchando, habría de entenderlo y poder responder con suficiente potencia, y otros tantos años después, recibiría la respuesta. Todo esto suponiendo que ambos interlocutores sean de hecho capaces de desarrollar a tiempo la inteligencia de entender el mensaje.

En el blog "La Psicoteca " nos recuerdan:

El conocimiento de las limitaciones y errores de nuestro sistema cognitivo debería servir para tener en cuarentena nuestras conclusiones intuitivas hasta que la evidencia científica las avale o refute.

El echo es que tenemos una gran cantidad de limitaciones. Y una gran parte de ellas se derivan de la dependencia sensitiva de las condiciones iniciales, que así nos la describen en "The Dark Brain Factory".

Todos hemos sufrido en algún momento lo que se ha dado por conocer como el efecto mariposa. Pequeños eventos que provocan un descalabro en nuestra vida, cálculos que salen mal, e incluso la temida ley de Murphy: "si puede salir mal, saldrá mal". El caso es que en algún momento se produce aquello de :"Si una mariposa bate sus alas en Hong Kong, se producen huracanes en Nueva York". Pero ¿porque se produce?¿Cuales son sus causas?.

El meteorólogo Destrabe Edward Lorenz fue el primero en analizar este concepto en un trabajo de 1963 para la Academia de Ciencias de Nueva York. Lorenz, tratando de predecir el clima a través de fórmulas matemáticas que relacionaban variables como tiempo y humedad, lograba predecir la meteorología del día siguiente. Cuando revisó los datos se dio cuenta de que, haciendo pequeñísimos cambios en ellos, se lograban resultados absolutamente diferentes. Esto ocurre porque las variables meteorológicas están todas relacionadas.

Quizá el recordatorio más doloroso de nuestras propias limitaciones nos la dió una niña de 12 años: Suzuki-Cullis .

No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.

Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de romperlo.

Aún es ahora cuando empezamos a entender algunas de las leyes que rigen nuestro universo. Ahora empezamos a conocer nuestro planeta y el universo exterior. Pero nuestras limitaciones siguen siendo evidentes. La tierra bien podría ser un Quark de un átomo, que no sería imposible saberlo. Somo lo que somos, con nuestros fallos y limitaciones.

¿Y si viviésemos en un Quark?

viernes, 10 de julio de 2009

NOSOTROS Y NUESTRA PERCEPCIÓN DEL MUNDO

¿Creemos lo que vemos o vemos lo que creemos? La respuesta inicial que tiene la mayor parte de la gente ante esta pregunta, es que creemos lo que vemos. O eso nos echan en cara a los que tenemos una visión algo más “científica” de la vida. Cuando dices no creer en Dios, lo primero que te sueltan es un: “tú solo crees lo que ves”. Sin embargo, sabemos que eso no es así.

Durante el proceso de aprendizaje, nuestro cerebro va creando unas estructuras de clasificación de la información. Estas estructuras se forman, principalmente durante nuestra infancia, y se desarrollan en un 90% hasta los 8 años de edad. Dichas estructuras forman lo que se denomina “esquemas mentales”. ¿Y de que dependen estos esquemas mentales? Los factores son muchos, y variados. Pero podríamos decir que principalmente de la educación que nos den nuestros padres, de lo que aprendamos en la escuela y de nuestra experiencia vital (amigos, otros familiares, relaciones mantenidas, etc...). Hay muchos otros factores, pero estos serían los más fácilmente identificables.

Procesos inconscientes

Imagínate en una cafetería inmers@ en una conversación apasionante sobre ciencia.
Estás absort@ escuchando las explicaciones de tu contertulio, y de golpe tu cerebro decide mandar una señal a tu brazo para que se mueva hacia la taza de café, la acerque a tu boca, la incline al tiempo que tus labios conforman un beso, aspiras un pequeño sorbo del líquido que contiene, y la vuelves a dejar sobre la mesa.

Entonces tu compañero te pregunta: “¿has cogido la taza de manera consciente? ¿Habías decidido que ese momento era el momento en que te apetecía tomar el café? ¿o ha sido un proceso totalmente automático?”
Tú no tienes ningún reparo en decirle que no, que no eras consciente, que ha sido uno de los centenares de procesos automáticos que realizamos continuamente sin pensar previamente en ellos. ¡Faltaría más que debiéramos andar pendientes de decidir cuando respirar, modificar nuestra posición en la silla, o cambiar de marcha mientras conducimos!

Todos estos actos que realizamos sin pensar en ellos, de forma inconsciente, a lo largo del día se produce por un proceso llamado “mecanización”. Este proceso se da por la repetición de un acto de forma constante, hasta que el cerebro asume el “control automático” del acto, dejando a nuestro consciente libre para realizar otras tareas. Quizá no lo recuerdes, pero en su momento tuviste que pensar como subir escaleras, o como beber un baso de agua. Fueron procesos mecanizados durante tu infancia.

Los esquemas mentales son, después de todo, otro proceso de mecanización. El cerebro debe poder clasificar la información, y asignarles prioridades. Al inicio de nuestra vida, toda la información es acumulada, y el cerebro va creando los esquemas mentales para clasificarla. Así aprendemos el concepto de mesa, de coche, de amor, del bien y del mal, etc, etc... Este proceso es de vital importancia en la vida adulta.

A lo largo del día recibimos una cantidad ingente de información que es preprocesada por el cerebro. Dicha información es filtrada mediante tres niveles:

Subconsciente: en esta fase está toda la información. Ha llegado a nuestro cerebro, que de forma totalmente autónoma la clasifica. Una vez clasificada decide a cual de los otros niveles pasa.

Preconsciente: esta es una fase de alerta. Una vez que el cerebro a clasificado la información del subconsciente, deja en este nivel todos aquellos datos que, sin suponer una información relevante, pueden suponer un peligro futuro. Si esta información pudiera constituir un peligro real, pasaría al siguiente nivel, que es el consciente, priorizándola sobre el resto de información de dicho último nivel.

Consciente: Este es el nivel en el que tenemos “consciencia” de todo. Es el último nivel, y por lo tanto toda la información viene ya filtrada por el cerebro.

La base del cerebro para filtrar la información, como hemos dicho, son los esquemas mentales. Basándose en ellos, el cerebro toma muchas decisiones por nosotros. De echo, algunos autores indican la posibilidad de que ninguna decisión sea realmente tomada por nosotros.

En este muy recomendable artículo titulado “La fisiología del free will” el investigador Mark Hallett del NIH hace una revisión de todos los estudios y bibliografía científica acumulada hasta el año 2007 y concluye que “no hay ninguna evidencia de que el free will sea una fuerza en la generación de movimiento. La sensación de libertad existe, pero no es la causa del movimiento sino una percepción posterior. Los movimientos se generan inconscientemente, y la ilusión de voluntad llega después”.

Un resumen de las dos opciones a considerar sería el siguiente:

a) La voluntad (free will) como fuerza generadora de movimiento:

Decisión consciente ==> Mecanismos del cerebro motor ==> Movimiento

b) La voluntad como percepción:

Mecanismos del cerebro motor ==> Movimiento ==> Decisión consciente

En el caso del control del movimiento, la neurociencia está demostrando que la opción b) es la que más se ajusta a la realidad, aunque la mayoría pensemos que debe tratarse de limitaciones tecnológicas, porque obviamente la a) tiene que ser la correcta.

[Extraido del artículo “La libertad es una ilusión de tu cerebro” en el blog “Apuntes científicos desde el MIT” ].

Aunque la pregunta realmente no sería si tenemos libertad para hacer lo que queremos. La pregunta quizá, más bien, sea ¿podemos elegir lo que queremos?.

Conozco a más de una chica que asegura “tener una suerte con los chicos” desastrosa. Siempre acaba con los típicos chulitos que quieren poco más que un rollo pasajero y con los que, evidentemente, no duran demasiado. Un día, hablando con una de ellas me dice: “Pero si lo que quiero es un chico normal. Uno que simplemente me quiera por como soy, que quiera estar conmigo, y poco más. ¿Tan difícil es?”. La tendencia natural es a pensar que “ya no quedan chicos así”. Sin embargo puedo asegurar que conozco también a muchos chicos que coinciden con esa descripción y que están solteros. Así que, sin tan siquiera ponerme colorado, le espeté: “¿No será que los buscas tú así? Quizá no te des cuenta. Tu cerebro toma esa decisión por ti. No puedes basarte en parámetros medibles y racionales para elegir pareja. Y malo si no es así”. No la vi muy convencida. Aunque reconoció que “es posible”. Para mi es un ejemplo claro de injerencia de los esquemas mentales.

Dichas injerencias se dan en muchos ámbitos. Nos gustan más las matemáticas o la historia. Nos gusta un chico/a. Incluso interviene en nuestra interpretación de lo que vemos.

Imaginemos la siguiente situación: un punto luminoso de gran potencia se ve en el cielo. Dependiendo de tus esquemas mentales podrías tener diferentes interpretaciones:

- Si eres una persona muy religiosa, esa luz podría ser una aparición mariana.

- Si eres una persona conspiranoica, podrías pensar que es un aparato del gobierno que está realizando algún tipo de experimento para controlar a la población.

- Si eres un ufólogo, tienedes a pensar que se trata de un ovni.

- Si eres escéptico, racionalista, tiendes a pensar que podría tratarse de un satélite artificial, o un globo sonda. Algo perfectamente explicable.

¿Realmente creemos lo que vemos o vemos lo que creemos? Yo lo tengo claro. La segunda opción es la correcta.

miércoles, 8 de julio de 2009

Shelley The Republican o El Integrismo Religioso Norteamericano

Casualmente, navegando por la red, he encontrado el blog de Shelley The Republican. Evidentemente una fanática religiosa cristiana de los Estados Unidos de America. Y votante del partido republicano (aunque esto último es intrascendente).

En uno de sus últimos artículos trata el tema de la homosexualidad. Y la verdad, resulta clarificador.

To combat Homosexuality first you have to understand what it is: Leading scholars all agree that Homosexuality is actually a form of demonic possession. Your son may be possesed by one or more homosexual demons who may require exorcism. But how did the demon get into your son in the first place?

Leading expert on Homosexuality James Dobson has discovered that most kids are made into homos as a consequence of either negligent or abusive parents: That means if your child was not neglected, then it’s beyond doubt that he was sexually abused by your husband or some other family member as a child. It’s your duty to report your Husband’s criminality to the police. Next time you look into your Husband’s eyes consider that he may be a child molester and your son’s gay homosexuality might be his fault.

There are other possible causes: Vaccination has been linked by homosexuality. If you vaccinated your kids then there’s a very good chance that you might have turned them into gays. This is because every single bottle of vaccine ever made contains a single tiny demon ready to be injected into your kids. We reccomend that no Christian children should have any form of vaccination whatsoever until science has proved beyond all possible doubt that vaccination does not cause homosexuality. I’m sure every sensible person agrees that this is just plain common sense.


¿Alguien podría explicarme de donde sacan determinadas ideas?

Pd: no, no es coña.

lunes, 6 de julio de 2009

El timo de la interpretación de los sueños


Una de las muchas estupideces que dijo Freud en sus días era la absurda idea de que los sueños se relacionaban con el inconsciente siendo desencadenados por deseos reprimidos inaceptables. Para Freud los sueños no eran una serie de experiencias sin sentido sino que eran la vía para acceder al inconsciente (la parte más recóndita de la mente humana). Según el cuentacuentos de Freud si conseguíamos descifrar un sueño y averiguar su significado oculto habríamos recuperado una parte del material reprimido que nos hace neuróticos, posibilitando así una cura.

Como el resto de las ideas grandiosas de Freud, ésta no se sustentaba en ningún tipo de evidencia o experimentación, e incluso era incongruente con algunas ideas que sostenían los teóricos de la época. Hoy en día la visión es bien distinta, se puede demostrar lo que muchos autores contemporáneos de Freud ya sospechaban, la interpretación de los sueños es una absoluta chorrada monumental.

Las teorías actuales sostienen que los sueños no tienen nada que ver con represiones ni inconscientes sino que tendrían algún tipo de función especial en el aprendizaje y la memoria, serían algún tipo de asociaciones de recuerdos que se producen en la corteza cerebral. Quizá sean un efecto residual necesario para consolidar las memorias e integrarlas con las que ya existen, o “recolocar los recuerdos”, o tal vez para “borrar” información que ya no nos es necesaria.

Durante el sueño se producen unas descargas eléctricas en una zona del cerebro llamada protuberancia que van hacia la corteza cerebral. Dichas ondas (llamadas PGO) se propagarían desde la protuberancia hasta el núcleo geniculado y la corteza occipital. Estas descargas provocan la activación de distintas áreas de la corteza (cuando una descarga llega a una determina zona del cerebro ésta se activa), y cuando se activan estas zonas “salen” una serie de imágenes y emociones allí contenidas que el cerebro trata de ordenar con algo de sentido (como si estuviéramos creando una historia a partir fotos sueltas).

Por explicarlo de un modo muy simplificado, podríamos decir que cuando la corteza es estimulada durante los sueños se activan las representaciones de diferentes estímulos y eventos (de múltiples modalidades sensoriales) almacenados en ella (del mismo modo que se activarían si los estuviéramos viviendo realmente), y el cerebro intenta ordenar estas sensaciones con algo de sentido. El problema es que durante los sueños casi no hay flujo sanguíneo en la corteza frontal inferior (responsable de organizar temporalmente y planificar), pero sí hay buen flujo sanguíneo en la corteza de asociación visual. Eso explica por qué tenemos buenas imágenes durante los sueños pero ordenadas de forma caótica, sin lógica, mezclando pasado presente y futuro, etc. Simplemente la zona encargada del cerebro de crear una estructura lógica está “dormida”, por eso nuestros sueños parecen tan absurdos.

Además durante los sueños están ausentes la noradrenalina y la serotonina por lo que la corteza cerebral y el hipocampo no pueden funcionar de forma lineal y lógica, sino que crean asociaciones remotas y extrañas.

Por lo tanto podríamos decir que los sueños son raros por naturaleza y esta rareza depende de la dinámica normal del cerebro, nada que ver con mecanismos de censura o represión.

Otro tema interesante también planteado por el psicoanálisis clásico es el por qué no se recuerdan los sueños. Freud sugería que los sueños no son recordados porque son re-reprimidos, idea poco lógica y bastante increíble. La neurociencia moderna, por su parte, sostiene que en ausencia de noradrenalina y serotonina los circuitos de la memoria de trabajo están atenuados, por lo que en el mejor de los casos tan solo recordaríamos una mínima parte de lo que soñamos (aproximadamente un 5%). Estos datos, junto con otros, parecen indicar que supuestamente no deberíamos recordar nuestros sueños, seguramente porque los sueños contienen información inútil, incluso errónea, que sería mejor ignorar o no tomar demasiado en serio. Como psicoterapeutas parece que no deberíamos prestar atención a estos contenidos como nos “dice” nuestro cerebro, el cual “se esfuerza” en borrarlos, seguramente por la inutilidad de los mismos. Idea bastante opuesta a las teorías freudianas acientíficas donde la interpretación era algo clave para tratar patologías.

En resumen podríamos decir que aunque se sabe cómo se originan los sueños todavía queda mucho por investigar sobre cuál es su función. La psicología fisiológica sostiene distintas hipótesis basadas en la experimentación, todas ellas de validez limitada. Pero lo que tenemos claro es que la teoría original de Freud no sólo no tiene ningún tipo de investigación al respecto sino que incluso contradice algunos mecanismos fisiológicos ya demostrados.

Por poner algunos ejemplos, veamos unas pocas de las afirmaciones gratuitas de nuestro amigo Sigmud, hoy en día hundidas por la evidencia científica.

Para Sigmund los sueños se originaban por deseos reprimidos inconscientemente mientras que para la ciencia se producen por activación cerebral durante el sueño. Asimismo las imágenes que vemos cuando soñamos ,para Freud, serian regresiones a nivel sensorial, mientras que hoy sabemos que se producen por activación de los centros visuales superiores. El psicoanálisis también dice que las emociones en los sueños son un mecanismo de defensa secundario del ego cuando a día de hoy sabemos que se producen por activación primaria del sistema límbico. Siguiendo con este cúmulo de absurdas teorías, para Freud la incapacidad de recordar era fruto de profundas represiones, sin embargo hay bastante evidencia de que se producen por una amnesia orgánica a causa de déficits de moléculas necesarias para el recuerdo. Otra brillante idea de Freud fue exponer que los sueños sólo se producen unos minutos antes de despertarse, por lo que habría que correr a anotarlos antes de que desvanecieran en el olvido para proceder a su interpretación mística, mientras que hoy se sabe que duran alrededor de 90 minutos, solo que como ya mencionábamos anteriormente estos se borran por carecer de sentido útil.

Quizás algún día en un futuro lejano sepamos más de los sueños, y quizás se pueda en cierto modo extraer algún tipo información. Lo que sí es cierto es que no será ni parecida a las invenciones fantásticas, oscuras y llenas de misterio de nuestro amigo Sigmund. Los sueños no son algo insano o represivo y desde luego no existen para mantener a las personas alejadas de los verdaderos motivos de sus patologías. Son una manifestación completamente saludable de la consciencia que acompaña al desarrollo cerebral normal y como tal debemos estudiarlos como acercamiento al funcionamiento cerebral y a las patologías pero nunca cayendo en creencias irracionales y misticismos.


Carlson, N.R. (2005). Fisiología de la conducta. 8ª Edición. Madrid: Prentice Hall.
Leahey, T.H. (2005). Historia de la Psicología. Madrid. Prentice Hall
Hobson, J.A. (2003). La farmacia de los sueños. Ariel Neurociencia

Pd: Muchas gracias Sergio por la reprimenda. A veces hacemos cosas sin mala intención, pero mal echas. Vaya, en primera plana, mis disculpas.

viernes, 3 de julio de 2009

Influenza, la gripe cósmica


El temor por los devastadores efectos de pandemias de influenza ha estado presente por lo menos durante los últimos 2000 años en la humanidad, cuando oleadas de la mortal enfermedad barrieron muchas regiones del mundo.
Sin un origen conocido que explicara su letalidad, la población de la Italia Medieval inventó el término Influenza (influencia) para esta enfermedad que pensaban era provocada por las estrellas y planetas, que en nefastas alineaciones astrológicas enviaban a la tierra el terrible mal, como un castigo divino.
Durante el siglo XX, se pudo conocer finalmente al agente causante de la influenza; un virus o partícula de microscópica, a la que muchos científicos consideran como una molécula orgánica no viva.
En ese mismo siglo, se descubrió que su aparición en brotes pandémicos, se daba en periodos de entre 25 y 30 años, siendo el mas devastador el registrado entre 1918 y 1919 que dejó 100 millones de personas muertas.

Gripe cósmica

En los últimos años, cuando los científicos esperan la aparición de un nuevo y mortal virus mutante de la influenza, se ha discutido el origen de los virus y de las pandemias qué ocasionan, creyendo algunos científicos como el extinto Fred Hoyle, que su origen puede encontrarse en el espacio.
En la década de los 50, el polémico astrónomo inglés propuso que partículas orgánicas o virus podrían vivir en el medio interplanetario y ser lanzadas ocasionalmente hacia la Tierra por la actividad del Sol, provocando epidemias en la Tierra.
A finales del siglo XX, antes de morir Hoyle y su colega Chandra Wickramasinghe, refinaron su teoría al explicar cómo es que los virus podrían sobrevivir en asteroides o polvo interplanetario, que constantemente cae en la Tierra.
Ambos descubrieron que en la aparición de pandemias como la de 1918, éstas no seguían pautas reconocibles, a no ser que provinieran del cielo, de la inhalación de las aves durante sus migraciones de este polvo cósmico lleno de virus, que parecía haber penetrado a la atmósfera por oleadas, similares a las tres que se produjeron durante la terrible epidemia de la llamada "gripe española".
El reciente hallazgo de formas de vida muy resistentes en la capa superior de la atmósfera terrestre, llamadas extremofilos, parece servir de apoyo a esta teoría que falta de ser confirmada, pero que ayudaría a entender el porqué esta enfermedad surge en sitios geográficamente distantes y daría a los científicos nuevas armas para controlar su propagación.
Influenza, después de todo, no parece ser un nombre inapropiado, para un mal que podría provenir desde el espacio.

miércoles, 1 de julio de 2009

The stoning of Soraya M.


Hacía tiempo que una película no llamaba tan poderosamente mi atención. Algunos la comparan con la "Tentación de cristo" de Mel Gibson. Pero al contrario que esta, The Stoning of Soraya M (La lapidación de Sorya M.) se basa en echos totalmente verídicos.

La película narra los hechos ocurridos en una remota aldea de Irán, cuando en 1986 una mujer fue acusada por su marido de adulterio, considerado como un crimen por la Sharia, el severo código de las leyes del integrismo islámico, y castigado con la pena de muerte.

El caso conmocionó al periodista franco-iraní Freidoune Sahebjam cuando tuvo conocimiento de ello, por medio de una tía de la víctima que se lo contó en secreto. Su reacción fue escribir la novela en la que se basa el filme.
Según el libro de Sahebjam, en realidad la presunta esposa adúltera, y madre de 9 hijos, fue acusada falsamente por su marido al interponerse en sus planes de casarse con una adolescente de 14 años, y temiendo que un divorcio le sumiera en la ruina.

Con el apoyo del Mullah local (la autoridad religiosa), en pocas horas se celebró el juicio y la consiguiente ejecución de la pena, contando incluso con la colaboración de familiares de la víctima.

La película, rodada casi íntegramente en farsi, muestra con la máxima crudeza y todo tipo de detalles, incluso a cámara lenta, la larga agonía a golpe de piedra y muerte de Soraya M.

Una secuencia que requirió seis días de rodaje y en los que su protagonista, Mozhan Marnò , tuvo que pasar la mayor parte del tiempo de filmación enterrada hasta la cintura.

Poco a poco se va escenificando todo el bárbaro ritual. Las piedras son cuidadosamente escogidas, no demasiado grandes para alargar así el dolor mientras la víctima aún esté consciente.

Antes de la lapidación, se lava a la víctima y se la envuelve en una túnica blanca. Su transporte hasta el lugar de la lapidación se realiza mediante una camilla y con las manos atadas a su espalda. Se la entierra hasta las axilas y empieza la ejecución. Incluso sus dos hijos varones son obligados a renegar de ella y unirse al grupo de lapidación.

Peter Brunette del "The Hollywood Reporter" ha dicho "Es una poderosa, impactancte pieza, y la denuncia de un sistema en el que cualquier mujer tiene que probar su propia inocencia". Cliff Doerksen del Chicago Reader: "(...) un híbrido entre la denuncia social y un filme de horror ejecutado con una cruda pero incuestionable fuerza".

Siempre viene bien este típo de películas, que nos abren los ojos a una realidad, que todavía hoy existe. Aunque esta historia pertenece a 1986, en la actualidad miles de mujeres son condenadas a morir lapidadas en cumplimiento de la sharia. Golpear las conciencias, quizá sea una manera de parar la barbarie.

De todas maneras, no hagamos demagogia, ni confundamos. Son numerosos los colectivos que incluso en el propio Irán han denunciado esta práctica. Es lo que pasa cuando el poder lo tienen los extremistas.

La web oficial es: http://www.thestoning.com/