El conflicto no puede reducirse a abortistas contra antiabortistas. La Declaración de Madrid sí es antiabortista. Sus autores se mueven "en defensa de la vida humana en su etapa inicial, embrionaria y fetal". Pero el contramanifiesto no es abortista. Lo que sostiene es que la ciencia es neutral en esta cuestión. Los científicos que lo firman no denuncian a sus colegas por oponerse al aborto, sino por confundir a la sociedad presentando como argumentos científicos lo que pertenece "al ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas".
El enfrentamiento ha editado un Quién es quién de la ciencia española en cuestión de dos semanas: los directores de 20 institutos de investigación, 135 miembros de las Reales Academias, premios nacionales y príncipe de Asturias, centenares de catedráticos y profesores de investigación, aparecen numerados bajo uno de los dos manifiestos.
Fuente: El Pais.
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